31.12.05

Tregua

Ahora mismo voy a escribir lo que se me viene en gana. Es el último post del año, no quiero reparar en gramática, ortografía, explicación exacta de sentimientos, justificación exacta de acciones, extracción morales de hechos incongruentes, palabreria suelta en noches de nostalgía y semi-depresión.
Vale. Llevo dos copas encima, y dos cervezas. Y un montón de canapés gratuitos. Pero no esto tan mal como para escribir "obracha" en vez de su correcto nombre. Sencillamente es que... estoy cansada de muchas cosas, y muy feliz por tener o haber tenido tantas otras.
Se supone, o más bien, tenía previsto hacer un post de esos "guays" sobre el balance anual, sobre lo bueno y lo malo que me ha deparado este año que recién toca a su fin. Lejos de ponerme en un plan descriptivo, analógica-deductiva, dejo mis ademanes de secretaria en busca de "balances anuales" y digo que................. VAYA PEDAZO DE 2005! con su premio y to!
Nunca espere un año asi, y nunca espere llegar a decir esto. No ha sido un año perfecto, ha sido original, único, inesperado, agradable, feliz, dulce, distinto...
Por todo ello, quiero agradecer a los patrocinadores: a los Jartibles, al resto que no son Jartibles puros pero que saben apuntarse a lo bueno, a Glor, a Inma, a Rosa, al personal del Hotel, a Ciro, a Gloria, a mi Licenciatura, a mis padres, a mi hermana, a la minipandi, al Barquito y a la Puntilla, al Instituto Europeo, al Arte Serrano, a la Montanera, a la Iguana, al Arena, a las papeleras de Cádiz, al Yunque, a mi coche, a los Baños Arabes de Córdoba, a Fitur, a Bito, al Tierra Blanca semidulce, a Brugal, a Beeafeater, a Tónica Sweeppes, al helado de chocolate blanco, al Puerto, a El Bosque, a ellos, a Javi...
Por hacer de este año, un gran año, por dejarme volver a ser más yo que nunca. Con sus pros y contras, dos mil y cinco gracias.
Y espero que este 2005+1 sea mejor o como mínimo, igual.
Puestos a desear... que nadie se detenga.

27.12.05

El olor de los recuerdos

Todos tenemos un sentido más desarrollado que los otros. En mi caso es el olfato. Aun cuando fui una niña sinusítica hasta los nueve años, aun cuando tengo una alergia desde los tres que me seguirá durando lo que me queda de vida, con unas cornas olfativas de libro según el doctor Lobatón y unas congestiones en los meses de marzo y abril que hacen que me levante con voz de camionera de respirar por la boca mientras duermo.
Pese a todo, tengo un olfato privilegiado. Me permite reconocer olores que formaron parte de mi pasado (una etapa, un viaje, un momento), me permite identificar a personas que usan un mismo perfume o que tienen un olor muy característico. Mi olfato hace más por mi, lleva todo eso a mi cerebro y lo clasifica como archivos, los cuales se extraen en décimas de segundo si percibo un olor que me recuerda a algo...
Esta particularidad me lleva a una obsesión compulsiva y comprativa de perfumes. Tengo una colección de 19 perfumes (de momento) que adornan una estantería que compré para libros en mi habitación. Considero que es algo bastante materialista, cuando no una ruina absoluta, pero todos tenemos manías y colecciones absurdas de las cuales sólo nosotros entendemos perfectamente su significado. La mía es esa ( y otras cuántas que no descubriré, de momento).
El caso es que son esos perfumes parte importante de mis recuerdos. En ocasiones, llegan a producirme un "flash-back" más directo y exacto que una foto.
Y como si el espíritu del Grenouille de Süskind se apoderase de mi por momentos (sin incorporar, claro está, sus más crueles y viles instintos asesinos), despedazo retales de mi pasado a la más mínima percepción olfativa. Así, el olor de cordero me recuerda nochebuena en casa de mi abuela; el zotal al gallinero de mi abuelo con sus conejos, gallinas, pavos y codornices en jaulas de palillería de madera; la colonia de nenuco a madrugar e ir al instituto; el olor a algodón de azúcar los veranos de la Velada; el gasoil de la vespino cuando comencé mis correrias de quinceaños con mi amiga Sandra; el inconfundible olor del pollo asado al limón de mi madre; el detergente suavizante que utilizaba la madre de Dani, un amor de verano, en sus camisetas surferas; el olor a sal de la Caleta un sábado de carnaval; las hogueras de San Juan; el champú de melocotón y el 'avenakinesia' de manzana en mi viaje a Galicia conjugado con el olor a lluvia en Santiago; el aroma que desprendía mi primer ramo de flores; los sobres-carta que coleccionaba con mis compañeras de colegio; las toallas calentadas al sol; el "NagChampa" en mi habitación, el café recién hecho después de comer...
Y mis perfumes comenzaron a crear etapas... "Hot" de Givenchy para mi verano de festivales y ferias en Jimena de la Frontera, "Lolita Lempicka" para mi verano de plazoleta y pringados, de baños intempestinos y bailes censurados con Inma; "Simply" de Clinique mezclado con las rosas de "I.SantLaurent" de Glor en la primavera de facultad (Hinchaito, Manolo, Alejandrito, Jony...); la navidad con la minipandi y mi "Issey" que enamoró a Toni; mi "Gaultier" pringosita para cualquier apaño; la "Magnetic"comprada expresamente para vivir mi mágica historia en Madrid; la Escada en este verano con doble curro y pocas salidas; los pétalos de vainilla en el mejor de mis cumpleaños; el "Chance" que impregna y sigue impregnando a mi "gato" en cada momento de este invierno; la "Burberrys" para el Hotel...
Podría seguir, completar con los olores de mis amigos, sus perfumes (la "Sentiment" de Glor para aquellas salidas por el Puerto y con italianos; el intenso jazmín de la "Paradise" de Inma; el "CalvinKlein" de Diego al mediodia en el instituto; el Axe recién echado de Simón para ir a currar conmigo; el confundible olor de Iván, que me recordaba a Charly; la colonia de mora de Natalia y la de vainilla de Cintia; los penetrantes perfumes de Miguel traídos de Andorra a bajo coste; el "Ultraviolet Man" que no puedo volver a oler...
Y ahora, unas notas de café para devolverme este sentido del olfato que Dios me dió. Percibo el tostador encendido por el inconfundible olor de los sandwichs que mi hermana está haciendo. (Por cierto, hoy le acaban de dar el alta).

26.12.05

Carencias que una encuentra

En el libro de mis carencias transcribo mi debilidad, que se presenta sigilosa en la oscuridad de un bar en la noche de navidad. Me percibo como espectadora, dejándome guiar por impulsos que el alcohol intensifica y magnifica. Me observo desde fuera y vuelvo a ser consciente de la fragilidad del momento, de la falta de un abrazo y de unos besos que borren los labios de un amor reseco hasta sangrar.
Observo mi debilidad, mi frialdad, mi insípido comportamiento, mi mirada fijada traida del infinito, mi boca sedienta, mis manos inciertas y un equipaje que se me antoja demasiado pesado.
Soy incapaz de dejarme llevar por el momento y por las circunstancias, abandono mis ansias de dejarme reposar en los brazos de un amigo, y vuelvo a ser artífice de acontecimientos que sólo sirven para amontonarse en una lánguida y fría noche.
Ya es la mañana de un nuevo día, pero aún está oscurecido.

24.12.05

Felicidades

ESPERO QUE TODOS AQUELLAS/OS QUE OS HAYAIS ASOMADO ALGUNA VEZ POR LA PECERA, DISFRUTEIS EN ESTOS DÍAS DE LA COMPAÑIA DE AQUELLOS A QUIÉNES MÁS QUEREIS Y A QUIÉNES MENOS VÉIS...

POR MI PARTE SÓLO ME QUEDA DAROS MIS SINCERAS FELICITACIONES POR ESTE AÑO QUE HA PASADO, DONDE HABEÍS SIDO MUY BUENOS... Y MUY "MALOS".

18.12.05

Alicia y su país de las maravillas

Muchas son las veces en las que he intentado meterme en la piel de mi hermana y comprender qué se siente cuando eres la niña malita de la familia. La que nació con problemas, la que no comía bien, la que comenzó a andar con dos años, la que siempre tiene una cita al mes con el médico, a veces dos, por la que mi madre tiene que pedir permisos en el trabajo, por la que había que ir cada tres meses a revisión a Sevilla, la que siempre tenía recetas que pedir al de cabecera...
Pero es también la más mimada, para la que se le tiene un trato especial, es conformista, acomodada con la situación, inmadura para sus veinte años, ajena de tantas cosas en su "mundo" de maravillas, mala estudiante, desordenada, no caprichosa pero a veces demasiado materialista.La he criticado a sus espaldas, en su cara, delante de más gente... me exaspera su actitud, su estatismo frente a decisiones, su falta de independencia para emprender acciones personales... Somos demasiado diferentes.
Aunque gran parte de la culpa la tienen mis padres por la sobreprotección, y la otra parte ella por dejarse siendo ya consciente de ello... hoy no quiero buscar culpables. Hoy solo quiero que se ponga buena, que mañana la operación le mate esa puta infección, que el sábado esté conmigo en mi salón, discutiendo sobre si poner la mesa de nochebuena de esta forma o la otra, riñendole para que no coma tanto, maquillándonos después para salir y escondiéndole la barra de labios que más me gusta para que no se la lleve en el bolso. Quiero que no haya más curas, ni que mi madre tenga que comprar en el moro de abajo una caja especial para meter "las medicinas de Ali". No quiero ver llorar más a mi madre por lo mismo. No quiero verla llorar de impotencia, ni aguantarle la mano mientras soporta el dolor. No quiero!
En momentos así, me culpo por no haber estado nunca ingresada en un hospital y ella tanto. Me culpo por haberle echo llorar alguna vez cuando no he soportado su actitud conformista, su vagueza, su estilo de vida, chocante con el mío... Me culpo de discutir tanto y tanto con ella mientras veo la tele, y ayer echarla tanto de menos y apagar el televisor. Me culpo porque me dé coraje que me copie en muchos de mis gustos o mi personalidad, me culpo por verlo como carencias, cuando hoy me doy cuenta que es admiración.
Y aunque yo en el fondo confio en que todo esto pase, sé que volveré a pelearme con ella por mil cosas más, sólo espero ser cada vez más consciente de qué telón de fondo tiene todo esto y no llegar a que mis palabras lleguen a herirla. Porque son muchas sus heridas, y pocas las que le cicatrizan. De veras Ali, que me cambiaría sin pensarlo por ti.

8.12.05

Ganar o Perder


'Macht point' es aquella pelota que decide un partido de tenis. Cuando la bola dedide cruzar la derecha de la línea o cruzar la izquierda una vez ha rozado la red, dar la victoria o la derrota. El fracaso o la gloria.
Punto de partido. Caminar hacia arriba o hacia abajo. Elegir entre dos colores, dos sabores para un helado, dos películas que comienzan a la misma hora en fila ono... Seguir adelante con lo que te venga, hacerle una afrenta al destino, doblar en el cruce o tirar todo recto. Saltarse el semáforo, parar en ámbar... Evitar respuestas, preguntar directamente. Escuchar un silbido y seguir tu camino o parar y mirar hacia atrás a ver quién es. Cerrar la caja de pandora. Abrir el baúl de los recuerdos. Contestar una llamada no identificada o borrar su número.
El juego de la vida es imprevisible. Puede ser un gol en el minuto 90, a favor o en contra. Puede que acabes besando el altar al que pusiste la cruz. Cuesta creer que tu vida pueda tomar un camino u otro radicalmente distinto en cuestión de segundos. ¿Casualidad o causalidad? La suerte puede estar echada, o puede que tú mismo seas tu propia suerte.
Para quienes no hayan visto la última de W.Allen, se la recomiendo. Aparte de por toda esta papacha reflexiva que surge nada más terminar de ver la peli, a ellos por la sensualidad personificada en Scarlett y a ellas porque el protagonista tiene los labios más carnosos que he visto últimamente por el cine...

7.12.05

A solas conmigo


Comencé a entender que aquello de viajar solo, no es tan malo como dicen. Pensaba que visitar ciudades, conocer culturas distintas, descubrir lugares maravillosos, tenía más sentido compartiéndolo con alguién.
Pero hasta ayer mismo no me dí cuenta lo interesante que puede ser descubrirlo por tí mismo, para ti, asombrándote tú, ir paseando por calles que ni conoces, preguntándote a ti mismo por el misterio de diferentes callejuelas estrechas.
Entonces me embriaga el deseo de querer ser otra persona, no otra distinta a mi, ni inventada, pero sí aquella que a veces no consigo ser del todo, eliminando aquellas cosas que a veces me imponen hacer determinadas cosas por determinados prejuicios, muchos de ellos estúpidos e insignificantes. Se me apetece cantar. Ir paseando y cantando por la calle. Pero no tararear en voz bajita, no, sino cantar, tampoco en plan peli de musical, pero si sonreir, observar con desinterés y, sobre todo, que me importe una mierda quién me mira. Pienso que están pensando que estoy loca porque me rio y canto. Y ese pensamiento me hace sonreir más.
Ayer estuve de viaje por Sevilla. Aunque disfrute de almuerzo y cena con mi vecina, que me brindó su hospitalidad, su compañía y sus buenas charlas y risas... Estuve la mayor parte del día sola re-descubriendo una ciudad que ya conocía, pero que comencé a ver con otros ojos. Cuando apenas se despertaba, ya estaba metida en sus callejones estrechos, contemplando su radial belleza, la mezcolanza de las culturas que le han dejado huella...
Cualquier lugar que hubiera visitado habría quedado prendado de ella. No es por ser Sevilla, como si podría haber sido Cortes de la Frontera. El caso es que yo me sentía tan a gusto conmigo misma, que me olvidé de muchas de esas cosas que a diario doy vueltas últimamente (el hotel, el proyecto, la falta de curro, mi futuro...).
Me molestaba darme cuenta que muchas de las cosas que estaba haciendo y que me hacían sentir para mí más auténtica... podía hacerlas perfectamente a diario dónde vivo. Pero, supongo que eso lleva implícito el deseo grande que tengo por salir de ahí (y como siempre digo, volver con los años).
Mi soledad y yo, a ratos, nos llevamos bien.

3.12.05

Y el imitado es...

Con todo mi respeto,
espero le haya gustado verse reflejado (o intento de ello) en esta "pecera".
Debo decir, que para mi ha sido todo un descubrimiento su blog,
del que solo conocía un fragmento con la genial entrevista realizada a Bito Corleone.
Mis más sinceras felicitaciones señor Oracle.
Me he divertido mucho mientras le estudiaba para el juego.
Espero verle alguna vez por aquí,
a mi me verá algunas veces por su maldita-malaria
Felicitaciones a los que acertaron.

1.12.05

Hoy me hago pasar por...

Nota: Nuevo juego de Bito.

La genialidad humana llega a limites insospechados. La creación del sujetador que se calienta al baño maria o en el microondas me ha cogido por sorpresa esta mañana. Va a resultar que ahora cuando le metas mano a tu novia ya no es que te vayas a encontrar con rellenos de agua, gel o almohadones de látex... es que ahora te puedes quemar!! Y claro, lejos de parecer un avance para la mujer, resulta que tiene como finalidad suprimir la calefacción en las oficinas y con ello mejorar el medio ambiente. Ja!Pues me imagino yo la chica que va al área de personal a descansar y en vez de meter la taza del café en el microondas, meta el sujetador. Y mientras llega el jefe de turno, que al ver la situación, de ella sin sujetador, muerta de frio... díganme ustedes si no habrá más acoso sexual en el trabajo!!??...
Si es que a veces es peor el remedio que la enfermedad.

25.11.05

Letras para mis oidos

Pocas veces lo he dicho, y me he guardado las ganas. Me encanta leer las letras de las canciones. En muchas ocasiones clavan sentimientos, situaciones, historias... Las uso como regalo a amigos (con su música), como frases apuntadas en una servilleta si la escucho en un bar, las memorizo y pongo fragmentos en mi messenger, como título a una noche, como reflejo de una época...
Así que dejo aquí una. Porque dice más de mi que lo que yo pueda ahora escribir. Porque está ahi para algo y porque me gusta compartirla.
A ver si sabeis de quien es... (no vale mirar en el google)
...Prefiero salir a ganar, a quitarme de en medio
hoy prefiero empezar a pensar que me quedo de paso
asustado de ser lo contrario de lo que soñé
con las manos manchadas de barrio
con el gesto cansado,
de tanto que lo intenté.
Y yo sin decir nada, con hambre de pecado
cantando de garganta y con la posibilidad de conseguir hacerte daño.
Y tu sin decir nada, sin ganas de verano
con ansia de revancha y con la posibilidad de que me estés envenenando.
Hoy prefieres hablar por hablar, yo prefiero el silencio
menos mal que a la larga callar me mantuvo despierto
encantado de ser lo contrario de lo que soñé,
la guitarra debajo del brazo y sangrando los dedos
de tanto que lo intenté.
Y yo sin decir nada…
Hago un estudio de la situación sin reparar en gastos
hago un esfuerzo para estar mejor y no me pidas tanto, no...

21.11.05

Cápsulas de tiempo invivido

Un duende sube el volúmen. Comienza a sonar... "Both Side Now" de Joni Mitchell.
Tardan los semáforos la media de minuto y diez en cambiarse de verde a ámbar, para finalizar colorados. De pequeña solía pisar solo las franjas blancas del paso... pensaba.
De frente, tú. Sonries. Sigo mirando el asfalto del camino, decorado con el vaho que sale de mi boca por el frío. Mis manos en los bolsillos. Echas un paso atrás, como queriendo prolongar mi llegada a ti. Y yo alzo la vista, y te veo. Me paralizan tus ojos. Saco una mano y me recoloco el gorro de lana hacia delante, dejando al descubierto algunos mechones de mi flequillo. No sé si sonreir, pero presiento que mis ojos reciben con mayor fuerza el frío y no se resisten a parecer cristalinos. Vaga forma de justificar la emoción. Me paro frente a él. Reimos. El abrazo llega a los segundos, torpe, impreciso pero cálido. Y su olor me invade. Y mi olor le hace cerrar los ojos. Seguimos mirándonos con la torpe sonrisa en los labios resecos del invierno, ansiosos los unos de los otros. Nadie dice nada. El semáforo vuelve a dar pauta a un sinfin de ruidos de motos y coches que hasta ese momento no habíamos oido. Y de repente todo eso nos molesta, él habla por fin:
- ¿Has desayunado?
- Esperaba hacerlo contigo-contesto.
Hacia tres años que no nos veíamos. Absolutamente nada haría presagiar este reencuentro. Nada. Y a las 8.37 tomabamos café y colacao en la mesa más lejana del bar dos calles más abajo de donde nos encontramos. Hablamos de todo: qué hacía allí, cuanto tiempo hacia que vivía allí, de su nuevo trabajo, del Madrid, de los carnavales, del hotel, del verano, de nuestros coches, de las juergas, de mi pelo, de mis nuevas gafas, de su hermana, de la mía, de los emails mandados, de los que no llegaron, de porqué no respondió, de su exnovia, de mis relaciones pasadas... Y cuando apenas estaban al día de sus alejadas vidas, hablaron de lo que quedaba del día: de donde almorzarían, de donde comprar un flexo para mi estudio, de qué metros coger para no dar tantos rodeos hasta el centro comercial, de si podíamos ir a comernos un brownie al sitio aquel de aquella vez, de donde me llevaría a cenar y dónde dormiríamos ("en mi casa", me dijo y sonrió)...
Salimos de la cafetería y mientras me colocaba él mismo la bufanda y me cogía la mano y me la metía en su bolsillo, cruzabamos el semáforo que acababa de ponerse en rojo pasión.
Al minuto y diez, los coches volvían a proseguir su camino, acelerando, pitando al de delante que no ha visto el verde. La vida seguía exactamente igual para ellos que antes de parar.
Para ellos.

Evidencias evidentes

- Beber y llorar para darte cuenta de que algo no anda demasiado bien.
- Mi movil con el silenciador conectado y sin cambiarlo desde hace más de un mes. Ah! y con casi la misma cantidad de dinero...
- Que en una noche me digan en tres ocasiones lo fría y cortante que soy.
- Que me guste tanto una canción en el coche que tenga en el mismo cd tres versiones de la misma y de ahi que solo escuche la pista 1,11 y 13.
- Que mi inseguridad se desborde y ocupe terrenos donde no debería nunca traspasar.
- Que reconozca sentirme mejor pero que siga sin saber como acabar con determinados fantasmas.
- Que aún me duela.
- Que tenga insomnio por no saber que hacer con mi futuro más inmediato.
- Que busque fuerza en un libro, el "Confessions..." de Madonna y el chicle Orbit de menta extra.
- Que se me amontonen palabras y me salgan a borbotones en los momentos más impuntuales.
- Que llegue a plantearme si sé o no sé recibir bien una crítica a estas alturas.
- Que me cabree con alguien injustamente porque haga unos planes en los que no puedo entrar por compromisos personales y profesionales.
- Que siga viendo reflejada mi historia en algunos episodios cotidianos.

Definitivamente no hay sigo una buena semana. Pero finalizó.
Llegó otro lunes.

13.11.05

Cuentos nunca contados


La cicatriz en su labio superior, que llené de besos y caricias en la madrugada de un camping inesperado, compartiendo caseta para dos, y tu declaración.
Habrán pasado cinco años y hoy una canción me ha traido tu recuerdo. Caminabamos despacio por Aranjuez, y yo sentía por dentro que todo tenía melodía, que sonaba Rodrigo de fondo, y tú y yo dándonos y devolviéndonos miradas entre una sala y otra mientras duraba la visita. Eso pasó un mes antes del camping, pero ya allí mismo te sentía, el calor de tus manos nerviosas atravesando de arriba a abajo mi espalda... En Aranjuez, a sólo medio metro de mi, te sentía tan adentro... En aquel momento, me querías como tu princesa y yo, yo era prisionera de otro.
La visita se alargaba, tu mirada me estremecía, tanto que me asfixiaba guardar las formas, la sonrisa se me salía por los cuatro costados, el Salón de los espejos me repetían tus ojos negros, tan negros como profundos, todos ellos iban a mí, a mí, y me rompían de deseo hacia tí. Y mi inocencia, mis malditos prejuicios, los tuyos, los de ambos que conjugados no daban más que torpezas, y tu voz "Ven". Y allí, donde la marquesina de los balcones forrados de telas isabelinas parecía dar una semioscuridad, me intentaste coger la mano, primero rozándome el codo con tus dedos, luego bajando tu mano hacia la mía que se entrelazaron torpemente, como pretendiendo fundirse, apretandose por décimas de segundos, después se soltaron. Te retiraste de mi espalda, y seguiste la visita. Y yo me recomponía cuan presa y sofocada por la pasión contenida, sintiéndose Juana la loca cuando vió por primera vez a su esposo el Hermoso el día de sus nupcias, sintiéndose dichosa, princesa dichosa.

Ha pasado tanto tiempo Charli que casi no reconozco esa forma de actuar contigo. El cambio de esa niña que no quería ir en contra de ninguna ley (la fidelidad ficticia) y que pensaba que los palacios solo tenían vida en los cuentos y las peliculas de hollywood, y de repente verme hoy, dispuesta a ir en contra de cualquier regla que genera prejuicios estúpidos, normas de comportamiento absurdas, autenticas formas de contención, reminiscencias inquisidoras hacia brujas y rameras de antaño...

Esto no es más que... mostrar cuánto me llena de rabia darme cuenta todo lo que me contuve contigo, de cuánto malgaste en pensar en el tal y cual, sin disfrutar lo que tenía delante, sea el detalle que fuese, por diminuto y más preciado que pareciese, tus labios gruesos, carnosos, que querían absorverme, y yo con la mente en otra parte. Siempre suelen contestar eso de que no hay que arrepentirse de nada del pasado. Pero cuando uno mira atrás con nostalgia, esconde el deseo de haber querido cambiar aunque sea una pequeña parte, o una grandísima parte.
Esto no es más que... darme cuenta de cómo te hice daño, y de lo mucho que me gustaría hoy saber dónde estás para decirtelo así sin más. No es una declaración de intenciones lo que te expondría, sino mi más sincero reconocimiento de que fui yo quién jodió el cuento de la princesa comprometida, el príncipe de la cicatriz en el labio y el palacio de Aranjuez.

12.11.05

Sin Equipaje

Necesito salir de aquí... No sé como decirlo ya!

Irlanda? Madrid? Sevilla? Salamanca?

¿De qué huyo?¿A qué me dirijo?

¿Es el momento?


8.11.05

De camino

Me he preguntado muchas mañanas cuántas personas de éstas que te cruzas para ir al trabajo o a clase, detendrá sus pensamientos y pensará en ti, invadido por una espontánea y terrible necesidad de saber quién eres, a qué te dedicas, a dónde te diriges, cual será tu nombre, si estas comenzando bien el día, si te encuentras triste... Te chequea en cuestión de segundos, según tu forma de vestir, la manera de mirar al suelo, si te encuentras distraído o estás fijamente observando a alguien en la otra acera que no se percata de tu vigía. También por los andares, por la forma de atusarte el pelo, la manera disimulada de recolocar las líneas de la falda en su posición correcta, o si frunces el ceño porque los zapatos te molestan.
Me pregunto si alguien lo hará conmigo como yo lo hago tanto al día, casí sin querer, como un ejercicio práctico y vital para hacer más ameno el camino de mi casa al hotel y del hotel a mi casa que realizo unas cuatro veces diarias. Y hoy me detuve en ella en especial, porque iba exageradamente maquillada, porque se le ceñia tanto la blusa que se le formaban ochos en el pecho y la tripa, porque la conocía de vista, de años atrás, cuando trabajaba en la copistería que tanto frecuentaba con mi amiga Lourdes porque estabamos enamoradas del dueño. Él siempre estaba allí, a veces parecía que supervisaba todo lo que ella cada mañana iba haciendo mejor... hasta que la relación profesional que mantuvieron pasó a ser personal, y Lourdes y yo a odiarla a muerte y ponerla a parir cada vez que la veíamos. La realidad es que hacían una pareja perfecta, jóvenes y guapos, con trabajo, simpáticos (aunque me pesaba reconocerlo, la chica tenía don de gentes)... Y como lo suyo precisamente no era pasar desapercibidos, y menos a raíz de la morbosa relacion que tuvieron, tampoco me sorprendí mucho cuando la ví embarazada, y un año después ver colgada una foto plastificada a tamaño poster de su hijo, como una especie de prueba evidente de su amor, de su consolidación como la pareja del año, del lustro, del siglo que apenas estaba acabando...
Han pasado unos años ya. Ayer se me cruzó en el semáforo con el niño de la mano llevándolo para el cole, y hoy sé que el destino definitivo no era dejarlo en la puerta sino en manos de su padre, que lo montaba en moto y partían dirección centro. Hacen unos años que se separaron, él esta hecho un putero, ella tiene un nuevo trabajo en el periódico local y está liada con su nuevo jefe. Podreis pensar todo lo que queraís, podeis sacar más miga que el tomate a esta historia... pero en los días que llevo viéndola, la he "escaneado" y he creado mi historia en base a los datos reales que sé... Sólo me faltó ver su mirada hacia él cuando le daba al niño para darme cuenta de que ese excesivo maquillaje que la ha hecho madrugar quince minutos antes, la ropa ceñida y los andares felinos que le daban esas botas en punta de alto tacón sólo intentaban mostrarle a él lo que por su parte se estaba perdiendo, de que aún no le ha olvidado, de que por mucha camas en las que pudiera caer, ninguna será como ella, ninguno será como él... seguirán dándose cuenta de que, siguen siendo la 'pareja perfecta', sin ser pareja, aunque pase el tiempo, y su única conversación sea decidir a qué hora recoge al chico para llevarlo al colegio.

3.11.05

Pan con queso

70gr. de queso Payoyo
1 rebanada de pan de molde
1 pizca de habilidad
1 horno
El título no viene a reflejar nada de lo que aquí vaya ahora a comentarse, estoy cenando mientras escribo, estoy cabreada mientras escribo, me surgen mil maneras de expresarme y de nuevo la sombra o el miedo a no saber si sabré explicarme bien,aunque la esquivo:ahora mismo no me importa. Me la suda si nadie me entiende, es más, en otra ocasión, me intentaría justificar ante determinadas acciones a más de uno/a que pueda leer esto.
En una parte de mi, de esas recónditas partes que tenemos, escudriñadas bajo mil capas de dermis... un fondito (porque todos tenemos fondo!) donde creí algo, donde una semillita de esperanza aguardaba sin más pretensión que lo que ella en sí era. A tomar por culo todo! porque me cansé de agachar la mirada, de bajar lentamente mis largas pestañas, de que el cuento fuera cuento, sin finales, y ahora empiezo a entender que sin principios. Te rezuma la miseria por los cuatro costados...
Y sumamos la indecisión en momentos puntuales de este día, con tres tarjetas de visita en una mano, dos email por contestar y un disquette al que me permiten ponerle mi nombre y mi departamento. Tuve que parar en seco en una de las tripas del hotel, en la semioscuridad de una lámpara halógena que timbreaba y la intensidad de la rozadura que me hacía el zapato derecho. Y respiré, y con el nudillo de una mano bloqueaba a unas lágrimas, quienes eran ellas para boicotear mi maquillaje!! (Y quién era él para...!!! NADIE, nunca fue, NADIE).
Acabo mi jornada, abro la puerta de personal... ¡que pronto oscurece ya joder! Pero... cómo suena el mar, cómo suena el mar... y caminando hacia casa mi enfado ni acrecienta, ni aminora, pero no me importaba seguir así.
Llegó aquí, el mensaje de Bito, el email de Inma, una beca para un curso aceptada, mi habitación con aires nuevos y me digo... ¡q coño!la vida no me va tan mal... A veces pienso que en días así, solo hay que tener el coraje suficiente para desviar pensamientos y torear acciones (siempre que se pueda, claro está).
... Y lo rico que está el pan con queso!???

24.10.05

Desvio



...Y de lo bueno que es correr y correr cuando no sabes dónde poner el culo.

Pero sigo en el mismo sitio. Y esto me asfixia, me asfixia más que antes, más que cuando creí que no podía ir a más. Cuando más controlado pensé que lo tenía, cuando los medios se hacen más seguro, cuando la gente a mi alrededor cree que estoy atando lazos, cuando parece que llevo la casa ya casi por el tejado, me urge salir de aquí, de perderme, de olvidarme del camino que sigo, coger un desvio a ninguna parte, dejar migas de pan para la vuelta, me da igual si las hormigas hacen de las suyas... pero este estatismo, esta perenne situación, muchos rodeos para acabar igual, ver una luz, pero no saber aguantar hasta que llegue el final. La paciencia ha sido mi gran consejera, apoyó una mano en mi hombro en los malos momentos, me levanto la cabeza despacito y me susurró palabras de aliento. Y ahora, solo quiero... correr, no a la meta, sino correr hacia donde nadie pueda alcanzarme.
Tengo la sensación que aquello que estoy siguiendo, tiene otro rostro, otra salida, buena o mala no sé, pero no será lo que buscaba. Y me asusta equivocarme, no quiero andar hacia atrás, pero si haría un desvio. Sí, un desvio, donde el Tiempo no cuente, donde los recuerdos no duelan, donde el miedo me tema, y poder ser más yo. Solo un poquito de más yo.

A Bito, porque desde lo que me dijiste el otro día, no paro de dar vueltas con albonoz y aún chanclas de verano por la casa. Sigo aquí.

22.10.05

Apatía

Hace dos semanas estaba escribiendo un post sobre la cama para el juego de Bito, cuando el pitorrito del internete de salio y me jodio la conexion no pudiendolo enviar, mi reacción institiva, torpe y dramática para al asunto fue darle al boton de "atrás" eliminando el cuento, ni boton de actualizar ni mierdas, en algún agujero de este universo de telecomunicaciones andará mi historia, la de Manuel Cifuentes y Rosa Lampida, dos bailarines que usaban con desparpajo el movimiento de sus cuerpos para decirse cuánto se amaban, pero cobardes para declararselo frente a frente... y el tiempo seguía y los bailes continuaban, y tocaban nuevos cuerpos y su amor iba a la deriva... Esa era mi historia Bito, siendo no haber podido participar esta vez en el juego, aunque intención tenía pero "fallos técnicos" me impidieron publicar. Esto puede ponerme en clara definición de "flojeras", porque podría haber vuelto a escribir la historia y no tener que justificarme tanto como lo estoy haciendo ahora, pero... me dio tanto coraje que era incapaz de volver a ponerme a escribir. Y si a esto le sumamos mi apatía última por escribir post... Imaginad.
Pues si, estoy de vacas flacas, sin inspiración, con apatía por soltar tantas cosas que podría soltar pero que un nudo marinero llena mi garganta y me impide decirlo tal cual. Todo lo veo soso, insípido, carente de sentido...y me harto de leer en los blogs que usualmente visito, y me encantaría contestar la mayoría de las veces, pero es como si mis dedos, en el momento de posarse sobre el teclado, se quedaran sin tinta.
Supongo que a más de uno le habrá pasado a veces.
Y nada. Hoy escribo esta especie de justificación, no sé ni cómo llamarla... por si algún duende de estos de los internete le da por borrar mi blog de no escribir.
Saludos.
Volveré.

3.10.05

Nuevos retos




Mañana se hará evidente el cambio de tuerca que procesa mi vida. Cuando aún tan siquiera he abrazado el título de licenciada (los papeles están tramitándose), me cuelgo un nuevo "disfraz": un traje-chaqueta muy femenino, zapatos de alto tacón, bolso de marcado caracter urbano, discreto suéter, pelo cuidadosamente arreglado, maquillaje natural, un poco de más brillo en los labios... Mañana seré la chica en practicas del departamento comercial de uno de los mejores hoteles de mi ciudad. Es mi nuevo trabajo (no remunerado), es un nuevo reto por conseguir, una nueva puerta que abro, un camino por el que aposté y al que ahora accedo para darme a valer, para demostrarme una vez más que puedo con todo lo que me proponga y para darle razón a mis corazonadas, a mi intuitivo olfato de mujer...

Y el resto ahora no me importa. No porque deba interesarme más esto y deba centrarme en ello, sino es que por primera vez me doy cuenta que lo que tengo entre manos es algo mucho más importante en mi vida y que el resto... ese resto, y ese otro patetico resto, puede esperar, y si se impacienta, que tome el primer bus y regrese a su casa.
Almudena está encontrando su sitio.

20.9.05

Licencia para olvidar

Hoy.
Sencilla y complejamente hoy.
Me acabo de licenciar.
Siete años de proceso. Tres de ellos sumida en la depresión que mi ex-novio me producía. Un cuarto año en que estuve a punto de tirarlo todo por la borda por su culpa. Le dejé, me arme de valor, no le veía sentido a seguir, pero continúe... por mi, me decía, pero no sabía porqué. Me quité más asignaturas que en los anteriores tres años juntos y tiré adelante. Pedí una beca para irme fuera de alli, para acabar lo poco que me quedaba sin el malsabor que me producía estar en esa facultad que era el recuerdo vivo de mi sufrida relación. Pero me la denegaron. Respiré hondo, me matriculé de todo lo que me quedaba, comencé a trabajar, curré hasta en esos inviolables meses de febrero y junio, me "bajé los pantalones" con profesores que no quería ni cruzarmelos por el pasillo, repetí sus asignaturas, me acoplé a sus nuevos programas y aguante sus reproches en clase y tutorías. Me presenté a todo. Y desde hace dos años y medio no suspendí ninguna. Subí la media. Y hoy, me he licenciado en Historia.
No puedo negar que hoy no me haya acordado de él, de Pedro, mi ex. De sus intentos por joderme, de sus amenazas, de sus infravaloraciones...

Tampoco puedo negar que hoy no me acordase del otro. De tí. Y cumplí lo cometido: me dije que cuando me licenciase iba a tener el valor suficiente para escribirte ese mensaje. Y lo hice.
Y me has respondido.
Con un email.
Era el email que esperaba: no dices las palabras que tanto deseaba, ni tampoco aquellas que pudieran herirme. Es, sencillamente, tu email. El que podía haberse escrito hace unos cuatro meses, el que pudiera escribirse dentro de dos años.
Un email que no dice nada.
Esto me hace darme cuenta, que por mucho que pueda ahora responderte... tampoco puedo yo decirte nada. Podría reprocharte, pero incluso eso me sabe a poco. Podría fingir y crear un ambiente genial entre los dos, un colegueo falseo, un intercambio de "nada" entre ex-amantes...
Te rebosa la cobardía. Ahora si puedo decirlo con claridad.Te rebosa la cobardía. Hasta intentando ser claro en ese email... te huelo el miedo a decirme la verdad.
Pero, por una vez, me he adelantado: no me hace falta saberla porque ya no la necesito.


10.9.05

En el parque

-Yo voy a tener dos niños
* ¿Y si te salen niñas?
-No. No voy a tener niñas.
* ah!jajajaja... eso no lo eliges tú!
- Sí, sí que lo elijo... yo solo voy a tener niños, machotes...
Ella lo mira a punto de saltar, pero él toma la reválida, abandona el tono guasón y se pone más serio:
- Quiero tener niños, dos.
* ¿Por qué?¿No te gustan las niñas?...
- Las niñas se parecerían a ti... me dan miedo, siendo tan guapas, que venga uno como yo, y me las robe...

7.9.05

A golpes contra el calendario

Se me amontonan los post. Todos en mi cabeza, parecen que pueden a llegar a salirme por una oreja y colarse de la impresora para dentro y de ahi por el cable usb al portatil y entrar en la página y pegarse solos con cinta virtualmente adhesiva. Hoy "ando fina", fina de jodida. Creo que no seré capaz de llegar al lunes y hacer ese examen. Como cuando das impulso a una pelota para que llegue hasta el final de una rampa y antes de caer por otro costado, le falta una décima y regresa a ti, como huyendo despavorida. Así me siento. Ni puedo ser franca conmigo misma, porque realmente no sé si todo es este examen o hay más cosas. Y esas cosas que pudieran parecer, que no resultan dificiles de adivinar... son las de menos. Entonces llega el problema. El problema de darme cuenta que todo esto se me está pasando... o más bien de darme cuenta de aquello que tanto me decían tantas personas, de que todo tiene su "tiempo", de que hay que dejarlo solo para que todo quede en su sitio... Y no sé porqué coño a mi todo eso, que puede sonar a filosofía limpia y de libro de Bucay, me parece horrible, me parece triste. Creo que me he dado cuenta de que no me conformo con la realidad que me han "prestado". No sé cuando podré darle mi giro a las cosas y ponerlas en la estantería según mi caótico orden. La cuestión es que el Tiempo siempre juega en la casilla que va a la izquierda de la mía en el parchís, y me come, y luego cuenta 20.

26.8.05

Glup!



Del oceáno de tus miradas,
aparte la vista...

24.8.05

Don de gentes

Este verano un juego inesperado se presentó como pasatiempo: un puzzle. Pero no puzzle de los que haciamos de pequeños, que tenían por la parte de atrás simbolitos para saber a cuál de los cuatro que contenía la caja pertenecía cada pieza; ni tampoco esos bellos puzzles mosaicos de grandes obras de arte: esa Capilla Sixtina, los famosos angelitos de Rafael, las llaves de San Pedro... Este puzzle es de personas, las que voy conociendo a diario por los trabajos que estoy desempeñando. Con algunas de ellas el contacto dura décimas de segundos, y aún así, pueden llegar a impactarme más que una conversación con otra durante unos minutos (los que tardo en ponerle un gintonic en copa de balón), en ocasiónes, el contacto no es visual, solo escucho su voz, tras un teléfono, y son capaces de contarme lo mal que lo pasan a fin de mes cómo para ceder a mi intento de venderles un curso de inglés (a mi la garganta se me hace un nudo escuchando algunas cosas y os prometo que si el negocio fuese mio, haría becas para aquellos padres que quieren que sus hijos aprendan pero no pueden pagarle una formación complementaria... No es sindrome santateresino, es que creo que soy demasiado débil e ingenua aún en esta vida). Otras son las personas que como piezas desiguales se amontonan en este puzzle: la gente que ya conocía y que voy conociendo más, los que sólo me saludaban y ahora preguntan por cómo me va el día, los que no se sabían mi nombre y hoy sé que hablan de mi con otros... Todos ellos conforman este particular pasatiempo durante el verano. Cada noche, cada mañana, me aportan esa dósis suficiente para comprender que la vida esta llena de gentes complejas, de mentes complejas, de formas de ver la vida distintas, de planteamientos a veces radicalmente opuestos, pero también de la búsqueda de necesidades que hace que personas sin nada en común acaben charlando de su soledad y de comprender quizás mejor a aquel que se sienta solo frente a un johnnywalker, con un malboro y un mechero del último pub de moda de la ciudad... y de seguir sorprendiéndome, con niños aún imberbes de mirada perdida obsesionados por un gramo de coca, del temblor de sus bocas cuando piden papel o buscan la esquina más oscura del bar, implorando con perdón que no les delate...
Demasiada madurez para un periodo estival, demasiado que cambiar para tan corto periodo de tiempo.
Me quedan cosas en el tintero, cosas que no sé aún describir, otras que faltan por venir (el verano no ha acabado)... ¿Cómo puede esto rellenar mi curriculum, en esa parte final, adicional, colocando un "don de gentes"?¿Cómo?
... Y de fondo suena: {Philippe Rombi "Cinq fois Deux" }

16.8.05

Retomando tareas

Ya no es sólo mi amiga-gemela pacense, que con su tripita de ocho meses está premonitoria y sabe con un saludo por vía messenger cómo me encuentro... ni las miradas de Inma cuando sabe que le esquivo hablar de ello o cuando las palabras se me amontonan y lo suelto todo sin parar. Ahora también Gloria leyendome por aquí percibe bastante bien cómo me siento y se atreve a soltarme un "no me gusta lo que veo" y "ya no sé cómo puedo ayudarte". Lo mismo que Inma, lo mismo que Rosa, lo mismo de todos aquellos que consiguen darse cuenta que tras mi mirada diaria de "veraneo" aparente, de mi bucólica imagen de pasotismo, por dentro... la estoy pasando canutas! Y ya no es que esto se haya acrecentado, sino que el tiempo ha transcurrido, demasiado ya, para yo seguir así, porque este desequilibrio esta acabando con parte de lo que soy, de lo que con tanto trabajo y esfuerzo me costó volver a construir, para que...
Por ellas y por algunos otros... vuelvo a tomar las riendas del olvido. De la forma más constante que mi corazón aguante. Porque nadie se merece que me vea así, porque me conocen de una forma y así quiero permanecer, sin altibajos, sin sonrisas con alma sangrante... hasta que llore de risa recordando con ellas el coñazo que les dí ("recuerdas niña el encoñamiento que te dió con el de Madrid..."). Chicas, no prometo nada, pero ahi queda apuntada la tarea.

11.8.05

A falta de musas...

... buenas son las palabras de un Maestro *






Este "adios", no maquilla un "hasta luego".
Este "nunca", no esconde un "ojalá".
Estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás,
este notario firma lo que escribo,
esta letra, no la protestaré;
ahorrate el acuse de recibo,
estas visperas son las de después.
A este ruido, tan huérfano de padre,
no voy a permitirle que taladre
un corazón, podrido de latir.
Este pez, ya no muere por tu boca.
Esta loc@, se va con otra loc@...
estos ojos no lloran más por ti.
* El maestro Sabina

8.8.05

Tal día como hoy...


Me propuse no escribir hoy. Me propuse pasar por alto este día, no dejar huella o constancia que se aprecie de mi, aún presente, dolor. Me daba asco seguir dando pena, consideré este blog un error, con encubierto sentido, una prolongación de los sentimientos que más debía paliar precisamente no haciéndoles caso. ¿Es eso el olvido? Escribirte aquí más palabras, que nunca llegarán a tu puerto, que nunca se teclearán en otro sitio donde puedas llegar a leerlas (ese posible email...), ni que saldrán de mi boca porque ya no tengo nada (sea lo que sea que haga falta) para llamarte. Ni base, ni preguntas, ni porqués... En tres meses se han diluido mis sueños, se han derramado y esparcido todas las causas suficientes para descolgar el movil y decirte mis cuatro verdades, darle y encontrar razones donde solo había confusiones... Ya no queda nada. Nada, nada, nada... Tanto vacio. Y no sé porqué esto me sigue doliendo, no sé porque me sigues doliendo... Siento no saber explicar esto de más formas, es más, ojala no tuviera que sentir la suma necesidad de expresarlo, ojalá este sufrimiento se hubiera esparcido como tantas otras cosas nuestras, que tuvieron hace más de tres meses una razón de ser y que ahora no merece a tu juicio ni la más mísera de las llamadas para decirme adios; ojalá este dolor se lo hubiera tragado el water como aquella puta colilla que eché hace doce días y se la tragó, sin volver a fumar desde entonces. Todo esto debería ser más fácil...

¿Qué dije aquella vez para que tus ojos dejasen de mirarme?

2.8.05

El juego de Bito

"ENFRASCADA"

Aphaia llevaba siempre en su bolso un tarro de cristal. De pequeñas dimensiones, desprovisto de todo papel propandístico y de tapadera roja, curiosamente se perdía entre la gran cantidad de cosas que llevaba consigo, como toda mujer moderna que se precie. Lejos de parecer inservible, nada semejante a muchos otros artilujios que se encontraban en los distintos departamentos del bolso, el tarro actuaba como un recogedor de recuerdos. Aphaia introducía en él diminutos fragmentos (si puede llamarse así) de muchas de las situaciones más llamativas y curiosas que pasaban por su vida y de las que quería dejar constancia de alguna forma: un hilo del pañuelo que tenía atado al cuello mientras esperaba la nota del último exámen de su carrera, un cartón que había impregnado de un perfume en el Corte inglés y que le recordaba aquellas noches de invierno, un mechón de pelo de una amiga que andaba en México, la luz del Retiro aquella tarde, una gomilla de pelo con la que él le anudo una de las trenzas que le hizo una tarde en la cama, una cerilla escogida entre cien de una cajetilla que tenía la propaganda del hostal al que fueron, el pico de una servilleta de papel de aquel restaurante donde un chico moreno de largas pestañas la miraba sin parar y no supieron que decirse, un falso anillo hecho con las tiras de adornos que complementan los "felicidades" de los regalos, un botón de la camisa de él (la de rayas azules), un possit roto en dos pedazos, los dos dentro del tarro, pero alejados (contenía un número de teléfono), la intensidad de su mirada al amanecer, el beso que depositó en su frente acto seguido, varios papelillos de los carnavales del 97, el humo de aquel cigarro que se fumó antes de despedirse de ella, la etiqueta de la camiseta que le molestaba en la nuca y que ella cortó dulcemente con sus dientes (Springfield.M.), la mitad de un billete de metro, las dos promesas que le hizo y que no cumplió, una de las lágrimas derramadas cuando subió a ese autobús, cuatro sabores (el helado de avellana, su barra de labios impregnada en los suyos, el chicle de canela-menta y la sal de la Caleta), una orquilla pequeña (para apenas 7pelos), un abanico de abrazos...
Llegaba tarde. La tiranta del bolso pesaba aquella mañana más que nunca ("llevaré demasiada calderilla", pensó), situada sobre la tira del sujetador rosa con flores, se le clavaba dejando una rojiza marca en su hombro. Se sintio afatigada, optó por cambiarselo de hombro, pero el peso parecía el mismo y apenas sintió alivio. Subía las escaleras casi una a una, posando los dos pies, luego uno al siguiente, y el otro, con la mano agarrando la barandilla, interrumpiendo el ritmo normal/frenético de muchos transeúntes. Paró en seco. Sus pulsaciones se aceleraban, sentía la tensión en las sienes. Descolgó el bolso y lo puso en el suelo, en medio de la escalera, entre miles de personas que la subían y bajaban. Un chico sorprendido por tal gesto, se acercó por si quería ayuda. Aphaia agarró con gran fuerza el bolso, tiró de él y no podía, en un segundo intento se lo hechó rapidamente hacia el hombro derecho y continuó su camino. Pareció recobrar el aliento, el pulso volvió a su estado natural, salió de la boca de metro y vió la luz. Sonrió. Justo en ese momento, la tiranta del bolso escapa del hombro y cae al suelo con tal brusquedad que el tarro sale de él disparado a morir, haciéndose añicos. Ella cae de rodillas y comienza recoger todos los recuerdos sustanciales que el recipiente guardaba, eran tan pequeños, estaba tan nerviosa, que apenas podía atinar a cogerlos. Ni tan siquiera prestaba atencion al resto del bolso, al resto de sus pertenencias, al movil, a sus gafas de lejos... Lloraba. Las lágrimas se mezclaban de forma curiosa con los cristales. De forma un tanto lenta, todo quedaba recogido, incluido ya el resto de sus cosas, las cuales introdujo descuidadamente en el bolso. En una mano tenía amontonados todos aquellos fetiches del tarro. Cerraba su puño con fuerza. Y volvió a sonreir.
Esa misma tarde quemó aquellos diminutos recuerdos, abrió la ventana de su habitación y sopló con fuerza las cenizas que quedaban. "Se mezclarán con los aromas, el beso en la frente, los abrazos, las miradas al amanecer, el humo de ese cigarro rubio...". Salió de su vida para siempre.

31.7.05

Brigada Anti-Vicio

"Es un buen momento para dejar de fumar"... me dije el jueves.
Es domingo. He superado dos noches de curro donde entre que pones mil copas, cobras mil cuentas de alcohol, deleitas con galletitas saladas y chocolatinas a los clientes "vip's", observas el trapicheo del personal, las miradas con palabras de enamorados, haces de psicóloga, compañera de trabajo, de mujer soberbia para no tener que aguantar a pesados, consejera instantánea, cortadora perfeccionista de limones cuyo ángulo se aproxime a 180º y su grosor sea lo suficientemente deslizante para que quepa entre el vaso y el hielo... mientras ocurre todo eso, van sobrando minutos entre una tarea y otra en los que podría haberme encendido un cigarro, dar la primera calada y mirar al mar. Pensar en ti. Es una estampa cotidiana que podía repetir unas siete, ocho o diez veces en la noche. Eso fue la semana pasada.
Pasado el finde, habiendo aguantado esas dos noches, con dos claros momentos de tensión y con la gran tentación que supone tener una máquina de tabaco de la que puedo abrir y disponer cuántas veces quiera... Considerando que he dado un costoso paso, aunque pequeño para lo que me queda por andar... me dispongo a seguir sin fumar por más tiempo. Hasta que se me olvide como se enciende un cigarro. Hasta que lo de mirar al mar y pensarte, sea agua pasada.

26.7.05

Nightology

Historias clonadas,
miradas inseguras.
Caricias de alquiler, labios que buscan besos, besos que una boca recoge. Boca que pronuncia palabras a las que mis oidos se hacen sordos, la insistencia hace que las crea. Una vez más, que le crea. Ingenuidad en estado puro.
Proyectar ilusiones que tal como nacen, mueren.
Cuatro horas de sentimientos incalificables, controvertidos como tantos, pasionales, divertidos, sinceros bajo el velo del engaño, entre paredes de humo, de música house y cócteles explosivos.
Me pide que no le aparte la mirada, que quiere sentir la fuerza de mis ojos en los tuyos. Y yo así lo hago. Y media hora sale por la puerta, por el portal, de mi vida. Y todo sigue igual. Todo.


["No olvides nunca lo maravillosa que eres como mujer"]

25.7.05

La cena de las idiotas

El "insulto", con el mayor cariño. Incluso me autocalifico, puesto que también soy invitada, bueno, más bien, soy la anfitrina. Idiotas porque a veces somos demasiado tontas, porque nos dan cada palo... pero hay que saber reirse de determinados sucesos que ocurren en este día a día, porque no hay nadie mejor que nosotros mismos para hacer una parodía de nuestras situaciones.
El número de comensales: dos. Podría parecer romántico hasta la pata de la mesa, pero no va por ahí los tiros.
El Motivo: ¿hace falta motivo para aquellos que nos gusta invitar a nuestros amigos a cenar?En mi caso, siempre es un placer. Pero también lo hago por: el mediocarnet de coche de Inma, por celebrar la mitad casi de este patético verano para mi, no tanto para ella; porque teníamos que buscar una celebración para brindar con un vino recién descubierto, porque estoy sola en casa, por la soledad, por las compañías nocturnas, porque las noches pueden ser más amargas, pero a veces también más divertidas, porque a mi no me salieron los planes, porque ella tiene planes nuevos (uno de ellos muy atractivo)... Motivo puede ser también el hecho de que siempre tenemos una excusa para brindar, ya sea por algo tan simple y enorme como nuestra amistad, además de que siempre habrá algo que criticar (somos mujeres! que se puede esperar)... Porque tenemos futuros inciertos, porque nos sangra el corazón algunas veces y qué mejor que echarle un chorrito de vino por encima, porque deberíamos ser más en la mesa, pero no echaremos a nadie en falta.
El Menú: dos entremeses radicalmente opuestos, no en sabores, sí en tradiciones: unas gambitas regadas con vinito de mi tierra, en su nueva variante semidulce... y de fondo unos nachos con mezcla de tres quesos fundido (no es que sea algo exquisitamente culinario, pero nos derretimos en los mexicanos por comerlos). Y como plato principal secreto ibérico con salsa de champiñones y almendras, acompañadas de cebollas confitadas al aroma de bacon. La receta me la he inventado mientras iba por los largos corredores del supermercado.
El postre lo trae ella, supongo que helado (nuestro fiel aliado). Y la penúltima copa nos la tomaremos en la calle.
Datos adjuntos: colgaría después la foto del banquete, pero la cámara la tienen mis padres diambulando en su viaje por tierras valencianas. Así que... sí me creeis y teneís imaginación, lo habríais visualizado todo. Y a los más comilones, les guardaré un poquito.
De telón de fondo: dos amigas normales y corrientes, que intentan darle un toque dulzón a la amarga, a ratos, vida.

17.7.05

El E-mail

Cuánto tiempo pude llevarme ayer... unos cincuenta minutos?pasó de una hora?... componiendo un email sin "bandeja de salida", guardado como borrador, lleno de tachaduras, de frases que se borran con solo apretar un botón incesamente. Iba dirigido a ti, y tenía la intención de mandarlo. Son apenas tres párrafos de unas tres o cuatro líneas cada uno; divididos en temáticas distintas, pero todas con un fin común: que me respondas. Intentando ser firme, pero que no te parezca tosca ni fría ni enfadada ni despechada ni dolida ni rencorosa...(ni que se note lo que aún siento, sino todo lo contrario) , adornando con un "jeje" para que tu sorpresa al recibirlo se apacigüe con una leve nota de humor que tanto decías que me caracterizaba... Pero al mismo tiempo, sincera, abrumadoramente sincera, que mi verdad te llegue, te de un latigazo por los cuatro costados y te ponga la cara roja por saber demostrarte lo que tú no supiste hacer en su momento. El orgullo me ha impedido escribirlo antes. Tu orgullo en cambio ni siquiera se tomaría la molestia de ser honesto y reconocer que hay que saber ceder alguna vez en la vida. Por supuesto, no te digo todo lo que podría decirte, y me callo cosas que sé que ya nunca saldrán ni por mi boca, ni por mis dedos. Pero el solo hecho de hacerte la pregunta del millón, pegarlo en un email que llegue a enviarse y que logres captar mi mensaje y respondas... sea todo lo que busque.
Pero ayer, cuando acabe de escribirlo, cuando "lo guarde como...", volví a leerlo, y entendí que ya ni tan siquiera eso pueda tener sentido.
Me arme de valor para dirigirte las palabras que meses atrás han salido como lágrimas... les puse nombre y apellidos. Pero soy incapaz de enviartelo.
(Si supieras leer entre líneas...)

12.7.05

Free-time

Puede parecer que llevo tiempo sin escribir, pero el caso es que he escrito cuatro post y los cuatro los he borrado. No consigo saber expresar como me siento, la maraña con los días se hace más grande y se me atraganta como un bola en la garganta. No estoy aguantando nada, porque cuando he querido llorar, he llorado y lo he hecho mucho en estos días. Me siento como los poetas sin musa, como los cantautores sin servilletas de papel en un bar, como un culto inglés del siglo XIX sin máquina de escribir... me falta inspiración, me faltan tantas y tantas cosas... Y tengo mucho tiempo libre, y estoy a falta de ideas de como aprovecharlo, y darme cuenta de que pierdo minutos, horas, tardes enteras, me asquea, me odio a mi misma por estar asi; pero esto es un círculo vital que se me repite como el ajo, cuando menos hago, menos quiero hacer. Caigo en los primeros vicios que me alcanzan: el tabaco, el alcohol, la tele y el movil. Y me odio aún más por estar tan insípida, por no reconocerme ni yo misma, por seguir enchufada al ventilador y clavada con puntillas en un sofá. Me odio porque en cada "pause" de este estado, te sigo echando patéticamente de menos, porque me pregunto donde estarás y qué estarás haciendo, porque te imagino andando por esas secas calles que nunca conducen al mar, porque sigues estando aquí, y eso es tristísimo, tan triste... que me quita las ganas de ser yo.

3.7.05

Estado de la cuestión

Reconozco que evitado escribir en estos últimos días. He estado descansando y, a la vez, sin parar de reflexionar, de divagar sobre muchas cosas, aunque evitando llegar a conclusiones finales. Puede que sea este el texto que oficialice de alguna forma mis deducciones, de ahí que haya prolongado por un tiempo este escrito-pensamiento. Tu recuerdo aviva en mi de una forma que casi no puedo expresarlo, sin embargo, recordarte me sigue produciendo un dolor que paraliza mi cuerpo levemente por segundos, como las sensaciones que entran cuando crees desfallecer, cuando notas que se te baja la tensión... algo así. Cada vez se manifiesta menos, pero lo hace. Comencé a trabajar, a soportar algunas de esas noches donde allá, en esa casi islita que conforma el chiringuito, alguna canción evoca nuestra historia, mientras yo te voy desechando entre nubes de humo y miradas de hombres de barra que pretenden saber algo más que mi nombre. Llegué a pensar si podía odiarte. No de forma justificada, sino como un torpe remedio a esta 'sinrazón'... y la verdad es que me cansa tanto el tema que el odio me supone un soberano esfuerzo a estas alturas.
Me sigue costando expresar todo esto, puede que por la manifestada en tantas ocasiones, complicación de esta historia. Pero soy consciente ahora de que si me cuesta ponerle palabras a mis sentimientos, es quizás porque queda poco que decir. Y eso es lo más triste de todo esto.
¿Olvido?¿Nostalgia?... No me abanderan ya. ¿Resignación?Sería como seguir dándole un "toque dulce" a la historia. Sencillamente, la mejor medicina que he podido probar contra "tus males" es no comentarte. Mis confidentes que tan bien me conocen, saben encontrar en mi mirada, el estado de la cuestión, sin necesidad de buscar un café edulcorado con preguntas... Así que ahora me voy a una terracita, a compartir un tintito de verano, a obviar lo obvio... a seguir adelante.

23.6.05

La ventana indiscreta

Mi vecina tenia una cita. Vino a verme horas antes del "evento", como toda mujer, un tanto nerviosa. Era un reencuentro y como tal, siempre existe una polvorienta nube de dudas sobre formas de actuar, consejos a seguir, ropa que ponerse y, cómo saludarle... "Déjate llevar", intenté decirle mientras nos bebíamos una cocacola llenita de hielos y mi idolatrado ventilador nos daba vida. En un principio, no tiene por qué parecer algo especial, sino fuera porque la participación contraria, la masculina, corresponde a mi compañero de clase. Ése con el que he estado todo el año literalmente "codo con codo", que hemos trabajado en equipo como delegada y subdelegado que somos, que nos hemos hecho nuestras confidencias y un tío que me parece desde la primera semana que le conocí lo más bonachón que puede uno encontrarse por la vida hoy día (lo cual no es poco!).
Sabía la hora de la cita, sabía el lugar, mi vecina vive frente a mi, en otro edificio, y divisaba desde la ventana de mi cocina su portal. Vamos!que sólo me faltaban las palomitas, desenchufar el ventilador querido de mi cuarto, enchufarlo en la cocina y ... esperar.
Faltaban 4 o 5 minutos para la hora señalada. Él apareció ... no sé por donde apareció, estaba buscando una buena posicion en la ventana, pero allí estaba, y antes de tiempo. Toque caballeroso, y de protocolo. Ella se hacía esperar (qué bien he enseñado a mi chica!!) unos minutillos. Él se encontraba frente al portal, ni muy lejos, ni muy cerca, se movía con indecisión, una pierna adelante, otra atrás... Los minutos se hacían eternos, hasta lo eran para mi (jo! vecina, tampoco hace falta retocarte tanto, si estabas ya monísima horas antes cuando apareciste en mi casa!!). Èl parecía no poder más: un escaparate ("mi salvación", pensó). Cruzó la calle y se puso a mirarlo. Yo no sé que interés puede tener un escaparate de una tienda de 20duros, más que nada porque para mi es algo caótico, un poco de horrovacui amontonado, sin orden ni lógica y sin incentivo alguno: sabes que todo vale 20duros (o valía). Y entonces apareció ella, tan "cuidadosamente desaliñada" como le dije. Mira a la izquierda, luego a la derecha y lo vé. Él ya estaba mirandola desde medio segundo antes y se aproximaba a su encuentro. A mi los nervios me podían (la besará?, la saludará solo?, se lanzará ella?...), me encaramaba a la ventana de tal manera que casi me salgo de ella, pero me retiré a una escuadriñada esquinita porque pensé que la inteligencia de mi vecina podía hacerle instintivamente, como otras veces, mirar hacia mi ventana. Pero no, en esos momentos, ellos solo estaban pensando en ese momento, os lo aseguro: se dieron dos besos (bueno...no esta nada mal... pongamos que era la alternativa más políticamente correcta) y avanzaron calle abajo, a perderse entre la avenida, luego entre el paseo marítimo... hasta que caiga la Luna (monumentalmente ciclópea esta noche).
Y yo me quedé alli unos segundos, viéndoles desaparecer, y me sentí feliz, tremendamente feliz, me sentí de alguna forma parte de aquello que no tiene nombre, que no es aún nada... Ohhh! espíritu trotaconventos!!! vuelve a tu choza!!! te esperan apuntes mil por repasar y mi último examen en menos de 24horas.
(Chicos, espero sepais perdonar mi "curiosidad"...)

21.6.05

La última primavera

Mañana será verano, creo que sobre las nueve menos cuarto. Mañana llegará la estación prometida, sobre la que derrame ilusiones sin que llegaran aún sus vaivenes de calor... Quedará atrás la primavera, con su jovial abrazo; la que sembró de flores mi yermo balcón, pero también una primavera que trajo la intensidad de una despedida, los sinsabores de tu ausencia, las llamadas marcadas, las contenidas... Recibí la Primavera en tus brazos, una noche de marzo, allá en Madrid, como los amantes mitológicos, pero Céfiro comenzó a soplar demasiado pronto, y poco a poco, se fue desvaneciendo tu presencia, y yo, en mí, afloraba el más puro de los sentimientos, ingenuo, tímido pero decidido, hasta que poco a poco, a medida que llegaba el siguiente solsticio la sequía (de tu voz, de tu titubeante presencia) se presentó y fue marchitando toda esta historia, tan bella, tan insólita, tan nuestra. Al igual que la tierra no ha vuelvo ver llover el cielo, no volví a tener noticias tuyas. Y mi corazón kárstico se quiebra recordando tus promesas, incumplidas, para este verano.
Espero que vuestros planes para la estival temporada se cumplan. Yo, por cuestiones del "guión", me veo obligada a cambiarlos: un chiringuito por curro, un manojo de amigos y media docena de libros me esperan. No era lo previsto, pero como diría Montesquieu "no hay sinsabores de la vida que no se curen con una hora de lectura". Y el verano te da muchas horas para tumbarte en la playa con un buen libro, amigos contandote el "tomate" del día y un trabajo que te incentive de alguna forma a olvidar... "las promesas que no valen nada" (Piratas).

19.6.05

Teoría del olvido

"Cuando puedas y quieras darme una razón para olvidarte... yo te daré tres."

17.6.05

Yo nunca he...

... sabido cómo llevar el estudio al día; dejándolo todo para el final, por la maldita costumbre que tengo de dar lo mejor de mí bajo presión.
... salido de España (Gibraltar no cuenta no?), por triste que parezca, es una cruda realidad que pesa sobre mis hombros y rasca en mi orgullo de recién Técnico ICT.
... entendido la envidia existente en este mundo, y mucho menos entre mujeres.
... sabido comprar en un baratillo.
... comprendido a aquellos que hacen justamente lo contrario de lo que dicen.
... prometido cosas que sé que pueden no cumplirse.
... dejado de creer aún en lo nuestro.
... probado las lentejas (hice mucho caso a mi abuela y su refrán de "si las comes bien y si no, las dejas").
... fumado un porro ("ampaaaro, es la verdá"). No he sentido la suficiente curiosidad...
... conducido sin destino alguno y parar para secarme las lágrimas... Se secaron antes, mientras seguía conduciendo, abrí la ventanilla y dejé de llorar.
... vivido en una casa sola, que no es lo mismo que vivir sola.
... sabido escuchar una sola canción, sin buscarle un sentido y dejar de verme reflejada en ella.
... he hecho el amor en lugares públicos (el coche no cuenta, el coche es mio y es privado; donde esté estacionado es otra cosa...)
... he trabajado con un amigo (hasta este próximo viernes, que comenzaré mi nuevo curro en un chiringuito)
... sabido escuchar la palabra Madrid sin que un escalofrío recorra mi cuerpo.


["...es así que todo vale todo y todo se termina, todo se termina...todo, menos vos...", Coti y la Venegas ]

15.6.05

Palabras de sal

Amigos que se destapan entre chapas de cervezas y tintos de verano. Divagar sobre amor, relaciones, sexo y pop: qué hacer con nuestra vida?por qué nos llevamos tanto tiempo diciendo lo que queremos hacer y al final todo queda en eso?o... por qué cuando encuentras a la persona adecuada, te sientes tan bien, todo va tan bien, pero te das cuenta que él/ella no esta sintiendo lo mismo?... Son charlas que me ha regalado esta tarde un amigo, tostándonos al sol, compartiendo bronceador... y, por desgracia, las mismas penas.

12.6.05

Amores de barra

En el momento más oportuno o inoportuno (no sé) le rechacé. Era de ojos azules, bebía cerveza y estaba estratégicamente situado en la barra del sitio que anoche cerramos después de compartir una botella del 'sr.pipers' (bendito seas) con varios amigos y de reincidir en mis dotes de relaciones públicas del grupo para conseguir un módico descuento en el precio de las entradas. Todo estaba yendo bien. Para empezar porque pensé que todo lo acumulado podía acelerar las fases de la borrachera desembocando en un mar de lágrimas, pero me mantuvo a raya los 'monstruos' de mis amigos que saben ir a su rollo sin dejar de buscarme la sonrisa. Y todo iba bien porque estrenaba unos zapatos rosas nuevos, monísimos, y no me dolían. Pero cuando me acerqué a la barra a hacer uso de mi consumición unos brazos redujeron mi espacio para pedir un pipers-cola. Y allí me quedé puede que treinta, cuarenta minutos, una hora y media: él desplegaba todas sus tácticas que parecían sacadas de manual, pero conjugado con dotes de perfectísimo ejemplar de la idiosincracia gaditana. Yo, que me percataba de todo, le dejaba hacer, aunque sin darle su currado "trofeo". La torpeza de reflejos, fruto de mis pipers, casi acaba en un beso, pero con un rápido amago sacado de manual, se quedó todo en otro intento... Y me acordé de ti, de tus ojos marrones e infinitos, comprendí que nunca podría durar un asalto con esa mirada. Y los brazos que me estaban agarrando se me clavaban en aquella parte de mi cuerpo que tocaban. Entonces hice lo que mejor consideré: besarle. Sin sentimiento, sin juego de por medio, sin cosquilleo hormonal causa/efecto del alcohol, le besé sin labios, le besé para que entendiera que la partida acabó, que podía irse, le besé porque no tenía palabras, porque no tenía voz... Y cuando por fin captó el mensaje, le miré, sonreí forzadamente, cogí mi bolso, y me fuí para casa.

10.6.05

Hoy

Hoy, hoy es el momento de cumplir con todas mis promesas, porque ayer no lo hice, porque mañana es tarde. Hoy precisamente que cesa el levante, que llega el fin de semana con pronósticos reservados, hoy que puedo prescindir de mi dósis de amoxicilina, que llega la vecina de isbhiliya, y que la charra no necesita de ese bálsamo que solía prepararle...
Hoy sí.

8.6.05

Aniversario

Un mes. Reconozco que me cuesta darme cuenta de esta realidad tan tajante. Me pregunto cuántas veces te habrás preguntado por mí durante todo este tiempo, o peor aún, si te habrás hecho esa pregunta. Esto de saber una verdad a medias me sigue hinchando el corazon, de ver que finalmente la hipocresía de la vida me abofetea y me muestra nuestros caminos diferentes, algo que lo que yo llegué a creer que podiamos safarnos... Te echo tremendamente de menos, ya no tus labios, ni tu mirada desnudándome, ni el ritmo con el que paseabamos por las calles, entrelazados... echo de menos tu voz, echo de menos ser "tu niña", echo de menos las palabras escritas con destinatario "yo"... quizás eche de menos lo más insignificante de ti, pero hasta eso, no ha pasado desapercibido por mi. Ahora veo reflejado el mes de julio, con un post de "2meses"... y luego será octubre con otro post?y me acordaré de tu cumpleaños en noviembre, pero antes lloraré por dentro y en silencio no haber pasado ni una noche de agosto bajo tus brazos, los cambiaré por amigos, por mi vecina brindando con nuestro gaitero y complices de tristes sonrisas enjugadas en labios de humo, y me dejaré caer en otros brazos si se presta la ocasión, y me volveré a bañar desnuda en la playa, imaginando en oscuras olas lo que hubiese podido ser y no será... Y llegaré descalza a mi casa, con el sol y los zapatos en una mano, me acostaré y... seguirán los días, y las semanas, y un nuevo mes se sumará a esta cuenta infinita y dolorosa, hasta que me olvide de ti, hasta que no me duelan las horas, hasta que pueda mirar sin rencor a mi movil y abrir mi correo sin miedo, hasta que la esperanza se me derrita como el hielo, allí, en la plaza, rodeada de tantos y yo, buscando tu mirada en el fondo del vaso, decida que ya es tiempo de asumir.

5.6.05

Piscimientos


"Yo soñaba con hacer grandes cosas en la vida...
pero nadie me despertó".-

3.6.05

Dósis de escape

Uy, qué fría! (esto seguido del gesto de echar unos pasitos hacia atrás). Titubeo. Pero avanzo, el agua sube por mis tobillos, una ola llega, alcanza mis rodillas... continuo mi camino, miro hacia abajo, intento ver el suelo entre la espuma de mar, los remolinos de la arena que mis pies producen con su dudoso andar y las escasas algas buceadoras de océanos... Pero hoy esta "clarita", casi puedo verme los dedos de los pies... Continuo, y el nivel alcanza momentos críticos, va por mis caderas, danzo con las olas, una revolotea e intenta sabotearme el recorrido sistemático de pies a cabeza, quiere mojarme por completa, pero salto....y en la caída, el contacto de ese frescor en mi tripa, eriza mi piel y la carne se torna "de gallina"... Es entonces cuando no puedo soportar tanto "sufrimiento" y me lanzo, me sumergo, caigo como un ancla, cierro los ojos al tiempo que cojo aire, contraigo musculos... me estremezco: caigo en brazos del oceáno. En unos segundos, salgo a su superficie, tomo aire, dejo caer lentamente mi cuerpo, me mecen las olas, el sol calienta mi rostro refrescado, mis ojos siguen cerrados... Respiro de nuevo, más hondo, hace que flote más... Pienso en este placer, disfrutado por muchos, desaprovechado por muchós más, idolatrado por tantos otros. Es un escena que he hecho en esta temporada que comienza unas seis o siete veces ya (pocas pienso, a veces el frío me pudo) y me pregunto cuántas más le seguirán... Sigo divagando mientras el mar me arrastra... (no tanto como para llegar a una isla desierta, pero me arrastra...) Y, de repente, me acuerdo de ti. Dejo la posición y comienzo a nadar con dirección a la orilla, salgo de sus brazos... Me seco con mi toalla, me visto y subo a seguir con el temita de antropología. No tengo otra cosa que hacer.

1.6.05

Kilometros II



Hay una imagen que mi mente recoge de forma espontánea y me la imprime repetidas veces, como si entre todas las bolitas de un bombo de loteria, siempre saliese el mismo número... Algo así. La cuestión es que dicho recuerdo (puesto que fue real) no guarda importancia alguna para mi, ni siquiera tenía diálogo, solo... música, colores, formas, movimiento. Una calle muy larga que supuestamente cogió para acortar camino (vaya controversia), un coloso que dejabamos a nuestra espalda que había ardido hacía apenas un mes. Se tarareaba una canción, yo la comencé, sin venir a cuento, tú me seguiste, te la sabias. No le veía el fin a la calle (estas cosas no existen en mi ciudad), mientras no parecía inmutarte la odisea caminante.

Se parece a un sueño, cuando recién levantados, nos acordamos de él, y empezamos a unir cabos, cabos que son imagenes cortas, sueltas... Y luego queremos darle un sentido. Esto no fue un sueño, ocurrío. Y sucedió junto otros miles de recuerdos que podrían calificarse de "más importantes", este no contenía una mirada, ni un beso, ni mi vena romántica es capaz de sacarle un poema, ni siquiera eché una foto por la maldita larga calle... Pero, la sobriedad del momento, el silencio (solo adulterado por una torpe melodía, tarareada con desafino), el olor a seco... es una instantánea que he recordado casi tantas veces como las tantas otras bellas postales de nuestra historia.