Lo que dejo

Aunque faltan unos días para poner rumbo a la bella Italia... comienzo a hacer una relación de aquellas cosas que dejo, muchas de las cuales espero encontrarme con ellas al volver, y otras se notará que me gustaría que cambiasen (siendo consciente en todo momento que éso no está en mi mano). Es como la lista de la maleta, con la diferencia de que, se quedarán aquí, sin mí:

- Mi habitación en mi orden caótico, con menos cosas, pero sin perder ni mi olor ni identidad.
- Una vecina con un ascenso de sueldo entre las manos y una relación hermosa en sus bolsillos.
- Unos abuelos que siempre andan discutiendo y cuyos 'achaques' se conviertan solo en meras niñerías de la edad.
- Una futura profesora de Historia, becada hasta los tobillos, con medio carnet de conducir en proceso y ganas de disfrutar juntas de un viajecito en verano (Glor aún no te lo he propuesto, pero ya sabes lo que pienso de las cosas planeadas o que se dicen con antelación. He aquí un escapado adelanto).
- Unos amigos titulados ya y otros que acabarán en mayo, de los que espero no se olviden de mi y me echen sanamente de menos (Diego, Juanma e Iván).
- Una vieja minipandi que ya ni es vieja, ni es minipandi.
- Los bombones de Reyes que no me ha dado tiempo a comérmelos (y que no me los llevo porque voy justa de equipaje). Ali, los tengo contados.
- Once curriculums en distintos destinos, esperando fructifiquen en mayo o junio o julio.
- Dejo... el candado cerrado de una puerta del pasado, los recuerdos que no me servirán, enfrascados, el olor del mar, el sol del sur, la vida monótona que he llevado estas últimas semanas...

Glorita

La chica con la risa más contagiosa del mundo es mi mejor amiga. Cuando la conocí apenas si sonreía. Pero esos eran otros tiempos. Pronto la ruleta comenzó a girar al contrario de las agujas del reloj... para ambas. Y nos hicimos inseparables. Ella cogía buenísimos apuntes, yo conocía las mejores reglas memotécnicas de aprendizaje. Creamos un dueto de estudio envidiable. De repente, ir a la facultad dejó de ser una amalgama diaria de recuerdos, rechazos, cohibiciones, temores entre pasillos... Empezamos a creernos que podíamos conseguirlo, que el final era posible. Esto se hizo más evidente a raiz de nuestros resultados: ninguna de las dos suspendía, aquella a la que una no se presentaba, la otra guardaba los mejores apuntes, con extensiones, resúmenes, tarjetas llenas de tintes subrayadores...augurando notaza en la próxima convocatoria. Todo eso se hacía posible porque más allá de aquello había nacido una amistad. Y juntas, éso tenía sentido, y aquéllo, y si nos los proponíamos también aquéllo otro. Lo mejor eran las "noches de balcón", fuera febrero, fuera pleno junio... cigarro en mano, mirando la luna, escuchando el viento de levante que entraba por las callejuelas procedente de la Caleta, su olor a mar... y mil confesiones, y doscientas y pico lágrimas. Y risas, muchas risas. A mi me encaaaaanta hacerla reir, porque sus ojos negros se le llenan de chispitas de alegría e ilusión. Y así todo vuelve a tener sentido. Nuestros sueños, nuestras metas, nuestros fracasos ya pasados, nuestros pasados que asoman a veces por la esquina y al que intentamos juntas hacerle burla.

Últimamente, mi mejor amiga anda preocupada. Cree que mi estancia en Italia pueda distanciarnos un poquito más que la separación que Cádiz-Salamanca ahora consigue. Como sabe que me gusta ser original hasta rayar lo impredecible, he considerado que ésta puede ser una buena forma de decirle (una vez más) que no estará sola. Que nuestros caminos estuvieron juntos un tiempo maravilloso (la facultad) y que una vez llegamos a la meta (juntas y a la vez, quién lo diría...) tomaron sendas profesionales distintas. Y que la madurez con la que en aquel momento supimos afrontar todo eso que se hacía dificil, es la experiencia que nos abandera ahora para seguir creyendo en nuestra amistad más fuerte que nunca.

Por supuesto que no todo ni es ni debe ser bueno: habrá días en que no nos entendamos, semanas en las que apenas contactemos por nuestros ajetreos diarios, momentos en los que te necesitaré y estarás ocupada, momentos en los que me necesitarás y preferirás no interrumpirme... Pero es esa cálida sensación de protección, comprensión, apoyo... que siempre anda ahí, abrazada a mi, la que me hace sentirte cerca, muy cerca. Casi como si susurrándome lo que me pasa, pudieras oirme en la distancia.

Cuando me cuentas en lo que andas líada, el empeño que le pones, los resultados que vas a ir obteniendo, tus objetivos tan marcados y fijados, tu deseo de ser aquello que siempre soñaste ser... es cuando más me doy cuenta de que vamos por senderos bien encaminados, distintos vale, pero bien encauzados. Y no puedo evitar sonreir porque en el fondo, sé que nuestros senderos volverán a cruzarse y continuar lo poquito que le quede de camino, para llegar una vez más, juntas, a la meta.

A Glor

La primera despedida

Sea tal vez la celeridad de los acontecimientos, los de "a pie" y los de "aquí adentro", que corren como agua de mayo. Sea tal vez mi vida que a gusto fluye y se posa solo en aquello más relevante. Sea tal vez que te creí por "muerto", que nuestros caminos no tendrían que volver a cruzarse ni para rozarse por los hombros (era algo de lo que tú te encargaste)... Pero el caso es que hace ya días que volviste a aparecer en mis días haciendo acto de presencia (tú, el "impresentable") y está vez no era mi pensamiento. Nos dijimos lo poco que nos quedaba por decir entre los dos. Tan poco. Y volviste a desaparecer, siendo yo esta vez la que te borraba de mi destino.

En un par de semanas me estaré despidiendo de mucha gente, algunas serán simples abrazos y besos de rigor, otras... las apretaré con fuerza, intentando dejarle molduritas de mis abrazos y de mis besos por si, desde la distancia, lo necesitasen. Incluso debo crear despedidas ficticias en la distancia, en el caso de Glor y Rosa.

Hoy es tu turno. Adios. Por primera vez:adios. Por primera y por última. No sé describir bien esto, puede que esté engañándome al estar 'anestesiada' con mi viaje a Italia, puede que no, puede que haya llegado el momento... Sea lo que fuere, tras nuestro breve "encuentro", no quiero saber más de ti, porque lo que haya más allá de eso (dos conversaciones más, tres frases incompletas...) no me gusta ni lo quiero en mi vida. Deseo recordarte como lo que fuiste, y aunque el dolor posterior haya empañecido algunos momentos; me dedicaré un día de sol a iluminarlos de nuevo con tu sonrisa.

Controvertido el sentimiento el que me causa decirte "adios". Controvertido sí, pero es un "adios".

Liberada de este "exceso" de equipaje, continúo con la maleta, he dejado un gran hueco libre.

Padua

¡¡¡Me voy!!!Ni Sevilla, ni Salamanca, ni Barcelona, ni Irlanda.... y ni mucho menos Madrid.

Me largo a Italia, al Norte, al Venetto, a la región de Padavo... En menos de tres, cuatro a lo sumo, semanas estaré rumbo a mi nueva vida durante los próximos 3 meses. Sé que no es mucho tiempo, que se me pasará volando, que echaré cosas de menos y a mucha gente extrañaré, que no querré irme al final o que puede que lo esté deseando la primera semana. Todo esto que se presenta con incógnitas me resultan tremendamente deliciosas... Llevo tiempo deseando esto, "salir". Eran muchos los factores que me empujaban a ansiar esta situación. Ahora todos me parecen justificados y, aunque cueste, soy consciente de que no escapo de aquí, sino que busco encontrar toda una serie de oportunidades en varios sentidos que aquí ni he encontrado ni deseo encontrar.

Tengo tantas cosas que arreglar, que pensar, que organizar... pero me queda este proyecto, que en determinados puntos se me atraganta. Por momentos me saltan miles de palabras con ese tonillo tan dramatical: "piazza", "eco, capuccino", "vendetta", "provolone y carpaccio"... Ayyyy que pecha comer me voy a meter!!! Y que no falta un buen Lambrusco!!!

Seguiré relatando este, como diría Jodorosky, "movimiento pánico".

Proyecto de mujer

Ni imaginais la de ganas que tengo de sentarme frente a un post en blanco y escribir algo un poco más creativo que llegue a eludir hasta lo más insignificante de mis propias vivencias.

Pero sencillamente pasaba por aquí para evitar que alguien me diga "Actualiza, plasta!" o cosas así (que recibo con la mejor de mis sonrisas).

Ando de proyecto. Queda una semana para la presentación, menos de 3 días para conocer una importante resolución (os tendré al corriente) y menos de un par de horas para que caiga reventada en la cama, con sintomas menstruales, dolor de cabeza, riñones y espalda, ojos rojos, labios enrojecidos (porque me ha dado la manía de morderme yo sola... ala, ahí, como los tontos!! ante los nervios) y unas pintas de mariii para ponerme de extra en el programa de Omaita.

Y aún así, estoy deseando que llegue esta semana, que todo explote como la pólvora, que se entrecorte la respiración, que me tiemble el pulso, que me tome dos tilas, que llegue el 11 y el 16 ... y que pase lo que tenga que pasar, pero ya!

Bah!

Neurosis procesal. No rallarse.

Por una moneda

Viento del Este, del Oeste, Viento del Norte y viento del sur... del sur. Arrastras hacia mi moléculas de besos completos, hojas de miradas desentrenadas, aromas para recordar plácidos momentos... nuevas historias que nacen como el nuevo año, y acaban sin tiempo para que se marchiten.
Viento que te llevas palabras de amor nunca dichas, sensaciones conjugadas sin vida, espacios innertes, realidades efímeras...