21.8.09

De regreso







Vuelvo, quizás admitiendo que un día me fui para no volver. Pero aquí estoy. Tal vez darme cuenta de la necesidad que sigo y seguiré teniendo de volver a la pecera para respirar la que hace que esté aqui de nuevo.


Y... ¿qué ha pasado? Ya no están los de antes, ya no soy la misma. Me he releido y he visto una inocencia que creí superada entre las líneas. Aún queda mucho para madurar, pero llevo un gran trecho recorrido.


A los que aún seguíis ahí, pocos, nadie quizás... ¿que os parece si os cuento que ha sido de mi vida mientras nadamos por la pecera?


He regresado.

1.9.06

Por la boca vive el pez


Estoy viva.
Respirando particulas de vida, algunas burbujean felicidad (siempre itinerante, todo hay que decirlo). Pero no tengo un motivo expreso para quejarme de este momento, ni de los que por ahora han pasado. Absolutamente ninguno.

Asi que... sigamos así.

Me iré a Londres unos días, y puede que luego me rapten para llevar a un sitio "nosedonde" y que incluso me guste eso de que me secuestren aunque con previo aviso.

Saludos a todos, perdonad mi ausencia.

16.7.06

Rooming list

A la señora de la 317 se le jodieron las vacaciones. Su compañera ("es solo mi amiga") habia decidido coger la maleta y largarse antes de que ella se despertara. La fuerte discusión de la noche anterior explosionó tras su confesión: una esquizofrenia retardada que le había ocultado desde hace un año. ¿Sabemos acaso hasta qué punto creemos conocer a los que decimos que conocemos?
El señor de la suite 444 llevaba cinco minutos esperándome con la intención de obtener respuestas a sus múltiples preguntas y, a ser posible, solucionarle la papeleta. "Me alegra saber que es ústed una mujer porque podrá ayudarme aún más". Hago ademan de poner toda la intención del mundo y cuando comienza a descifrarme ese tonillo de misterio que encubre su voz, lo entiendo todo. Va pedirle a su novia casarse con él, esa misma noche, buscaba un elegante y romántico restaurante, una floristeria de diseño y una tienda de zapatos. Le hice la reserva en "Casanova", un restaurante italiano de reconocido nombre, le puse al teléfono con el florista del hotel y le indique en un mapa gran cantidad de zapaterias cercanas y de buen gusto. Mientras tanto, él desprendia un olor a perfume que me resultaba conocido (posiblemente un Acqua di Gio, de Armani), hablaba con tenacidad y suavidad a la vez, mirándome a los ojos... No me atreví a preguntar que sentido tenia regalar unos zapatos (se supone que para pedir matrimonio lo mínimo es el anillo), supuse que tendría una simbologia especial para ellos o que buscaba alguna manera de sorprenderla (¿el anillo dentro del zapato?). "No sabes el gran favor que me has hecho ayudándome a todo esto". Yo río complacida por fuera, irónicamente por dentro.
Los sres. Van...nosequé llevan más de doce días alojados en el hotel. Me llama la atención su vitalidad para la edad que aparentar tener y el tipo de amor que desprenden el uno por el otro: incondicional, de apoyo tanto fisica como racionalmente, de comprensión por el escaso tiempo que le quedan a ambos de vivir juntos, de lealtad, de recompensa, de conformistas, a veces egoistas, otras veces de entrega absoluta...
Finaliza la primera quincena del mes, se marchan áquellos a los que ya asocio nombre/cara/habitacion/...historia. Llegan nuevos.

12.7.06

Piscimientos

A fin de cuentas...
Hay historias escritas que nunca suceden,
habrá encuentros que no se encuentren y
momentos que jamás serán reales.

Cuando lo que más deseo es dormir...
los sueños me quitan el sueño.

1.7.06

Hoy mismo

Siento una tremenda tristeza, llamada soledad.
Podría disfrazarlo con mil palabras, adornarnos de mis pobres recursos... pero hoy el vacio me puede y me siento incapaz de escribir algo de lo cual no llegue a arrepentirme. Creo que cientos de veces intento enmascarar los sentimientos que acarreo por aqui, que mido mis palabras, o que trato de ponerlas "bonitas"... Ahora mismo solo me apetece soltar esto, porque el día ha sido largo, mi primer día de trabajo, y siento un vacio tremendo. Yo, ingenua yo, pensaba en este primer día como algo meritorio a mis esfuerzos, con una compensación interior que me llenaría de orgullo ser yo misma en este preciso instante. Pero lo único que siento es vacio. Es como tener una gran fábrica de caramelos y no tener con quién compartirlos. Mire por donde mire, pese a quien le pese al leer esto, me siento así. He hecho el camino al hotel cuatro veces, entaconada, enchaquetada, y profundamente ausente.
Teorías y más teorías, frases, refranes de la abuela, viejos proverbios... possiteados en mi mente, papelitos amarillos que se caen y se pierden por el suelo de la desesperanza.
Tantas noches sin dormir esperando llegar este primer día, como un toro embravecido momentos antes de salir al ruedo... Solo me apetece compartir esto con alguien, esperaba hacerlo conmigo misma, pero precisamente hoy he tenido que darme cuenta, que me canso de mi compañía.

26.6.06

Nostalgias

Quiero emborrachar mi corazón
para apagar un loco amor
que más que amor es un sufrir...
Y aquí vengo para eso,
a borrar antiguos besos
en los besos de otras bocas...
Si su amor fue "flor de un día"
¿porqué causa es siempre mía
esa cruel preocupación?
Quiero por los dos mi copa alzar
para olvidar mi obstinación
y más la vuelvo a recordar.

Nostalgias
de escuchar su risa loca
y sentir junto a mi boca
como un fuego su respiración.
Angustia
de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado
pronto... pronto le hablará de amor...
¡Hermano!
Yo no quiero rebajarme,
ni pedirle, ni llorarle,n
i decirle que no puedo más vivir...
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud.

Gime, bandoneón, tu tango gris,
quizá a ti te hiera igual
algún amor sentimental...
Llora mi alma de fantoche
sola y triste en esta noche,
noche negra y sin estrellas...
Si las copas traen consuelo
aquí estoy con mi desvelo
para ahogarlos de una vez...
Quiero emborrachar mi corazón
para después poder brindar"por los fracasos del amor"...



Un tango me ha acompañado este fin de semana, mientras permanezco en reposo después de 3 días de fiebre, una faringitis aguda y apuntes de inglés y alemán revoloteando mi habitación. El aburrimiento ha hecho mella y he creado un fotolog (http://www.fotolog.com/maricru) para destapar ahí mi otro lado, quizás el más divertido, y dejar el blog para cuestiones más personales y creativas. Aunque cuando desee "vomitar" algo, me dará igual ocho que ochenta.

19.6.06

Automedicándome

Desinhibirse: 1. tr. Prescindir de inhibiciones, comportarse con espontaneidad.
Bastaron pocas palabras. Innecesarias por otro lado, ya que lo que estaba viendo presenciaba algo evidente. Yo nunca había estado allí, no en aquel lugar, sino en un sitio como aquellos; y el choque no fue impactante, pero tampoco me produjo indiferencia. Era un poco más de cómo lo había imaginado. Nunca había visto tanto hombre por metro cuadrado. Creo que tampoco mezclados, en todos los sentidos: razas, edades, estilos... No sabía si me miraban, no me daba cuenta de ello, pero si lo hiciesen, no sería cómo tantas otras momentos anteriores: las del Budha, el Nómada la noche antes, en mi Iguana del alma... Entonces, me desinhibí por completo, comencé a bailar con la copa en la mano, a veces cerrando los ojos por lo a gusto que me sentía, disfrutando de la música, de tanto espacio libre, sonriendo a los que me acompañaban, brindando... Realmente sentía que no estaba allí, y por eso no me preocupaba de quién tenía a mi espalda si contoneaba mis caderas como tanto me gustaba o movía el culo al ritmo de la canción. Al rato salimos todos de allí, yo con mi euforía liberada dispuesta a continuar con esa terapia que me había impuesto: no pensar en nada, en nadie y disfrutar de mi...
"Contigo aprendí... que existen nuevas y mejores emociones" sonaba nada más entrar en otro nuevo lugar por descubrir. Ella, lucía un traje blanco virginal de raso, capeado... con un moño alto y estirado que parecía alargar más sus ojos, sobredecorados de maquillaje. El playback parecía adelantársele e iba por momentos a contratiempo. Creo que la culpa la tenían dos guapos guiris sentados en la primera fila. Nosotros avanzabamos hacía el final, donde se encontraba la barra. Comencé a bailar lento con un Francis emocionado por mi voz que le cantaba al oido, haciéndole guerrilla la playback. El resto de la noche comenzó a ir deprisa a la par que intenso. Había estado entendiendo cosas muy grandes aquella noche, nuevas experiencias... y me choqué con otra gran verdad de labios de Laura: "Si un tío te mira fijamente aquí, ten en cuenta dos cosas muy verdaderas: que le gustas sin dudarlo y que es heterosexual". Y no fue uno quién me miró, fueron dos... De repente, mi vida pareció seguir las lineas de una novela de Almudena Grandes, aunque adaptada a mi, al estilo de otra Almudena.
Creo que fue una de esas noches que jamás olvidaré. Decidí no volver a tomar las pastillas que mi médico tan profesional y amablemente me recetó. Puede que haya momentos en mi vida que pueda llegar a necesitarlas... pero puedo aseguraros, que no es éste.