30.5.05

Ahora sí

Ahora sí. No seré la mejor de las heroínas. Soy el resultado de todos los intentos fallidos y una pizca de dignidad. Porque ya sé que no llamarás, porque me sigues doliendo y la punzada se va expandiendo del corazón a la espalda, me cuesta respirar y hasta he dejado de soñar. Y en este estado, ¿cuánto aguantararía? ¿cuánta paciencia destilan mis amigos para seguir soportandome? ¿cuántos cigarrillos tendré que aumentar para superar la ansiedad? ¿cuántos paseos "a ninguna parte" tendré que seguir dando para aguantar la incertidumbre? Puedo decir con toda franqueza que odio a mi movil en este momento. Y el pobre no tiene culpa, desterrado a un rincón de mi habitación pero sigilosamente vigilado por mis ojos, objetivo de mi oidos si se produjesen vibraciones... Dime si hay alguien a quien conozcas, del trabajo, de tu barrio, de tus amistades del pueblo, de entre la gente con la que sales a tomar una birras los domingos viendo el fútbol del plus... si conoces a una sola que soporte eso. Porque si fuese así, ya conocerías a dos. Oh. No. Crasso Error. Se me olvidaba, a mi no me conoces. Apenas hemos compartido horas, que no llegan juntas a ser una semana. La cuestión es que no necesitarías de muchas más para llegar a saber quién soy. Es una pena, porque te podrías haber enamorado de mi, pero tu vital sentido de la supervivencia no dejó que aquello te traspasara. Hiciste bien, he pensado. No patentaste el invento y ahora soy yo la que va a recurrir a las barreras infranqueables, solo me falta volver a poner de pie todos los muros que he ido rompiendo "mientras tú pasabas por mi". Sin hacer acopio de resignación, sin altas pretensiones con la intención de no salir más perjudicada, vuelvo una vez más, y espero, para siempre, a decirte adios.

Hasta que me llames.

25.5.05

Liquidación

Tengo guardadas en el cajón las luces que apagaré cuando acabe lo nuestro. Puede que, tumbado en tu habitación, la bombilla del flexo tiemble y un escalofrío recorra tu cuerpo. Seré yo. Ya no te hará teclear ese dificil sms, ni dudar entre las mil dudas si darme ese toque, ya no necesitarás sentirte mal si envías un email de reenvio y no eres capaz de diseñar uno especialmente para mi, ni tampoco hará falta que marques mi número y hagas sonar tu voz... Te libro de tales incomodidades, de esa incertidumbre de saber si lo estás haciendo bien o mal... no te preocupes, no voy a señalarte con el dedo cuando pasen los años y me veas cruzar un semáforo en la gran vía. Salgo para no volver. Me recojo para que no me recojan. Adormecidos los dedos de mis manos, de intentar agarrar tus palabras que corren con el viento de barlovento. Y allá, a lo lejos, estriba un corazón punzado, hinchado de dolor.

22.5.05

1x2

Yo pensaba que siempre habría un tope. Una situación limite en la cual tú... no aguantases más y te preguntaras por mi. Vendría a significar algo así de... "cuánto te importo". No existiría un máximo de días, y tampoco me daría a pensar que cuántas más horas pasasen, menos tendría que ser lo que por mí sintieras o sintieses. Además, aunque muriéndome de ganas por tener noticias tuyas, me cogería por sorpresa. No puedo mentir y decir que no pierdo la esperanza de que en algún momento eso ocurra, pero el tiempo pasa, y todo se torna tan gris... Esta perdiendo su color original, y yo... yo me desespero por saber si todo esto tiene un doble sentido, si tu tímida "presencia" es una pequeñita llama que acabará por apagarse, un día, así, sin más... o si tu marcada ausencia la justificas de alguna forma heróica, como las más hermosas historias de amor...
Y mientras, sigo teniendo el mismo cometido que cuando las cosas iban bien: esperar.




19.5.05

Potpurri

Adoro, la calle en que nos vimos, la noche, cuando nos conocimos... Por favor, cuando puedas llámame, que mi soledad y yo, sin ti, no nos llevamos bien. Y por más que me digo mil veces, que debo seguir y vivir, y por más que reniego tu nombre, no puedo librarme de ti... Tú guardas en el alma, bajo llave, lo que sientes...yo rompo con palabras que desgarran como dientes. Esto solo me hace preguntarme, qué soy yo para ti? Si no quieres, no tienes porqué responder. Las palabras sin decir, las canciones sin cantar... y un millón de puertas por abrir. Y sabes que? Tengo una mala noticia, no fue por casualidad, yo quería que nos pasara... y tú, y tú... lo dejaste pasar. Me desperté soñando, que estaba a tu lado, y me quedé pensando, que tienen esas manos, sé que no es el momento, para que siga pasando algo... pero, yo quiero volverte a ver. Porque por encima de todas las cosas... sigo llevando tu voz. Dentro de mi.

17.5.05

Cerrado por derribo

Para organizar mi cabeza, he tenido que organizar primero mi escritorio: catorce carpetas de apuntes a mano, siete de libros ilegalmente impresos, otras tantas de fotocopias a 0,03, unos libros de texto, dos diccionarios, un paquete de folios de colores... Una vez recogidos, apilados en mi lógica personalizada, parecen hasta fáciles de estudiar... Cinco possits pegados en la pared. Cada uno me recuerda lo que me espera en el presente más inmediato: un examen de alemán, una carta de presentación para una beca que no conseguiré, otro examen sobre marketing y otro de informática sobre el sistema Amadeus... Son 4 recordatorios. El quinto possits esta pegado en el corazón, maltrecho, ultrajado, no tiene mucho pegamento adhesivo, pero el dichoso papelito simula el corte, intenta parar la herida... No sé hasta cuando, pero vuelvo a intentar olvidarte. Demasiados intentos en tan corto periodo de tiempo. Mientras ese possit me recuerde lo que debo y no debo, mientras me aguante en el alma... me seguirán sobrando los motivos.

16.5.05

Kilómetros

Dejó el trabajo por hacer, preparó la maleta... llevó pasta de dientes para los dos, a ella se le había olvidado y se prestó amable a compartirla. Se fumó un piti en la estación mientras la esperaba, se retrasaba... abre el móvil y busca en el directorio por la letra A, la llama, "por dónde andas??", quedaron apenas cinco minutos. Ella bajó, había estado discutiendo consigo misma sobre si ponerse las gafas de sol o las de vista, no hizo ni lo uno ni lo otro... bajó, se tocó el pelo, interpretó como la que se hacía un lio con las bolsas y miró al frente, entre el gentío, le encontró. Sus ojos. Él le tiró una sonrisa. Les separaban dos metros, centésimas de segundos para cruzarlos y... se abrazaron.

Horas después, él le robó el corazón. Ella aún no lo ha denunciado.

Desde aquí...

... desde mi pecera, todo se torna distinto. No tengo porqué oir lo que no deseo oir, las palabras se diluyen, las malas expresiones del rostro se difuminan, igual que los colores insípidos del mundo, como las formas y tamaños. Desde aquí, el calor no pica, el frio no da rasca, la temperatura la creas tú. Me mudé aquí cuando comencé a tener un poco más de conciencia, cuando el mundo se me hizo inseguro, cuando me dejó tirada en una esquina, con lágrimas en las manos y con la incredulidad e inocencia por sombrero. Decoré mi pecera con los girones de miradas furtivas que encendían llamas de mechero de ilusión. Y la visitaba cada vez que me rompieron el corazón, cuando dudaba de mis sentimientos y de los que me importaban... traía bajo mi brazo helado de stracciatella y una manta en invierno, o solo helado de stracciatella en verano. Y una vez en mi pecera, se me secaba el alma, encharcada de lágrimas... e incomprensiblemente, respiraba mejor.