25.5.05

Liquidación

Tengo guardadas en el cajón las luces que apagaré cuando acabe lo nuestro. Puede que, tumbado en tu habitación, la bombilla del flexo tiemble y un escalofrío recorra tu cuerpo. Seré yo. Ya no te hará teclear ese dificil sms, ni dudar entre las mil dudas si darme ese toque, ya no necesitarás sentirte mal si envías un email de reenvio y no eres capaz de diseñar uno especialmente para mi, ni tampoco hará falta que marques mi número y hagas sonar tu voz... Te libro de tales incomodidades, de esa incertidumbre de saber si lo estás haciendo bien o mal... no te preocupes, no voy a señalarte con el dedo cuando pasen los años y me veas cruzar un semáforo en la gran vía. Salgo para no volver. Me recojo para que no me recojan. Adormecidos los dedos de mis manos, de intentar agarrar tus palabras que corren con el viento de barlovento. Y allá, a lo lejos, estriba un corazón punzado, hinchado de dolor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No quiero con esto voy a escribir que caigas en el desanimo o en la tristeza,es para que veas que entiendo perfectamente como te sientes. No cierres la pagina aun que todavía queda mucho libro y muchas historias que contar...

"Ayer creí que te había perdido,
Hoy prefiero pensar que nunca te tuve:

Hoy que nuestros besos yacen
Heridos de distancia
En el horizonte lejano de nuestros labios,

Hoy que la sal no adereza el mar
Sino mi sedienta boca de amor,

Hoy que las carreteras no llevan a tu casa
Sino a mi desesperación,

Hoy que en mi ciudad habita tu ausencia
Y en la tuya mi silencio absoluto.

Ayer creí que te había perdido,
Hoy prefiero pensar que nunca te tuve:

Ayer que mis susurros acariciaban tu alma
Hoy que mi desgarro no alcanza tus oídos"

Anónimo dijo...

Como bálsamo cicatrizador, recibo tus palabras que se apoyan sobre mi, mi figura yace en el mismo lugar donde me quedé escribiendo mi desánimo... Aún no me he levantado, pero alzo lánguida la mirada para leer tu poema y una timida sonrisa, más triste que sonrisa, indica que esos versos identifican esta angustia que ahora siento. Gracias. Ahora mismo no soy una próspera ave consejera, pero prometo volver a alzar el vuelo. ;)