19.1.06

La primera despedida

Sea tal vez la celeridad de los acontecimientos, los de "a pie" y los de "aquí adentro", que corren como agua de mayo. Sea tal vez mi vida que a gusto fluye y se posa solo en aquello más relevante. Sea tal vez que te creí por "muerto", que nuestros caminos no tendrían que volver a cruzarse ni para rozarse por los hombros (era algo de lo que tú te encargaste)... Pero el caso es que hace ya días que volviste a aparecer en mis días haciendo acto de presencia (tú, el "impresentable") y está vez no era mi pensamiento. Nos dijimos lo poco que nos quedaba por decir entre los dos. Tan poco. Y volviste a desaparecer, siendo yo esta vez la que te borraba de mi destino.
En un par de semanas me estaré despidiendo de mucha gente, algunas serán simples abrazos y besos de rigor, otras... las apretaré con fuerza, intentando dejarle molduritas de mis abrazos y de mis besos por si, desde la distancia, lo necesitasen. Incluso debo crear despedidas ficticias en la distancia, en el caso de Glor y Rosa.
Hoy es tu turno. Adios. Por primera vez:adios. Por primera y por última. No sé describir bien esto, puede que esté engañándome al estar 'anestesiada' con mi viaje a Italia, puede que no, puede que haya llegado el momento... Sea lo que fuere, tras nuestro breve "encuentro", no quiero saber más de ti, porque lo que haya más allá de eso (dos conversaciones más, tres frases incompletas...) no me gusta ni lo quiero en mi vida. Deseo recordarte como lo que fuiste, y aunque el dolor posterior haya empañecido algunos momentos; me dedicaré un día de sol a iluminarlos de nuevo con tu sonrisa.
Controvertido el sentimiento el que me causa decirte "adios". Controvertido sí, pero es un "adios".
Liberada de este "exceso" de equipaje, continúo con la maleta, he dejado un gran hueco libre.

No hay comentarios: