31.7.05

Brigada Anti-Vicio

"Es un buen momento para dejar de fumar"... me dije el jueves.
Es domingo. He superado dos noches de curro donde entre que pones mil copas, cobras mil cuentas de alcohol, deleitas con galletitas saladas y chocolatinas a los clientes "vip's", observas el trapicheo del personal, las miradas con palabras de enamorados, haces de psicóloga, compañera de trabajo, de mujer soberbia para no tener que aguantar a pesados, consejera instantánea, cortadora perfeccionista de limones cuyo ángulo se aproxime a 180º y su grosor sea lo suficientemente deslizante para que quepa entre el vaso y el hielo... mientras ocurre todo eso, van sobrando minutos entre una tarea y otra en los que podría haberme encendido un cigarro, dar la primera calada y mirar al mar. Pensar en ti. Es una estampa cotidiana que podía repetir unas siete, ocho o diez veces en la noche. Eso fue la semana pasada.
Pasado el finde, habiendo aguantado esas dos noches, con dos claros momentos de tensión y con la gran tentación que supone tener una máquina de tabaco de la que puedo abrir y disponer cuántas veces quiera... Considerando que he dado un costoso paso, aunque pequeño para lo que me queda por andar... me dispongo a seguir sin fumar por más tiempo. Hasta que se me olvide como se enciende un cigarro. Hasta que lo de mirar al mar y pensarte, sea agua pasada.

2 comentarios:

Larha dijo...

Ánimo para las dos cuestiones.

Anónimo dijo...

Gracias, a veces no sé que es más dificil. Hay que pasar el "mono" en ambas.
Gracias también por tu visita.